lunes, mayo 16, 2005

NO ME ALEJES

No me alejes
Es necesario olvidar
todo lo que se pueda olvidar
que se fuga ya
olvidar el tiempo
los malos entendidos
y el tiempo perdido
como por ejemplo
olvidar esas horas
que matamos a veces
a golpes de "por qué"
el corazón feliz.
No me alejes
No me alejes
No me alejes
No me alejes.
Yo te ofreceré
perlas de lluvia
traídas de un país
donde no llueve.
Yo cruzaré la tierra
hasta después de mi muerte
para cubrir tu cuerpo
de oro y luz
Yo haré un reino
donde el amor será rey
donde el amor será ley
donde tu serás la reina.
No me alejes
No me alejes
No me alejes
No me alejes.
No me alejes
Yo te inventaré
palabras insensatas
que tu comprenderás
Yo te hablaré
de aquellos amantes
que vimos dos veces
sus corazones abrazar
Yo te contaré
la historia de ese rey
muerto por no tener nada que pueda contar.
No me alejes
No me alejes
No me alejes
No me alejes.
No me alejes
Se vio seguido
brotar el fuego
de un antiguo volcán
que parece de tierras quemadas
que dan más trigo
que un mejor abril
y cuando viene la tarde
porque un cielo arde,
el rojo y el negro no se unen.
No me alejes
No me alejes
No me alejes
No me alejes.
No me alejes

Yo no voy a hablar más
me esconderé acá
a mirarte
bailar y sonreír
y a escucharte
cantar y luego reír.

Déjame volver a ser
la sombra de tu sombra
la sombra de tu mano
la sombra de tu perro.

NO ME ALEJES

NE ME QUITTE PAS

Ne me quitte pas
il faut oublier
tout peut s' oublier
qui s'enfuit dèjá
oublier le temp
des malentendues
et le temp perdu
a savoir comment
oublier ces heures
qui tuaient parfois
a coups de pour quoi
le coeur bonheur
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas.
Moi je te offrirai
des perles de pluie
venues de pays
óu il ne pleut pas
je creuserai la terre
jusqu' aprés ma mort
pour couvrir ton corp
d'or et de lumiére
Je ferai un domaine
óu l'amour sera roi
óu l'amour sera loi
óu tu seras la reine.
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas.
Ne me quitte pas
je t' inventerai
des mosts insensés
que tu comprendras
je te parlerai
des ces amants-lá
qui ont vu deux fois
leurs coeurs s'embrasser
je te racontrai
l'histoire de ce roi
mort de n'avoir pas
pu te ranconter
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas.
Ne me quitte pas
on a vu souvent
rejaillir le feu
d'un ancien volcan
qu'on croyait trop vieux
il est paraît-il
des terres brulées
donnant plus blé
qu'un meilleur avril
et quand vient le soir
pour qu'un ciel flamboie
le rouge et le noir
ne s'epousent pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas
Ne me quitte pas.
Ne me quitte pas
je ne vais plus parler
je me cacherai là
a te regarder
dancer et sourire
et á t'écouter
chanter et puis rire

Laisse-moi devenir
l'ombre de ton ombre
l'ombre de ta main
l'ombre de ton chain

Ne me quitte pas

lunes de sopa y Brel

Son las 3 de la madrugada de, ya, un día lunes que tira para medio nublado. Y bueno, me tomé una crema de brócoli que hice yo, unas copas de vino blanco y agarré un vinilo de Jacques Brel que me compré como a 200 pesos. ¿Qué tiene todo esto de choro?. Las canciones, obvio. Me gustan las canciones de amor, me gusta el desgarro, las falsas promesas, la tristeza y la horrible necesidad de amar. Y Jacques Brel canta con un amor lejano, perdido, agujereado e imperfecto. Canta con su voz profunda de erres tan guturales que parecen pedazos de sonidos que flotan en un mar medio oscuro. La versión original, de 1979 y compuesta por él mismo, no se parece a la que fue parte fundamental de la teleserie brasileña "Presencia de Anita".
"Ne me quitte pas" es de esas canciones que puedo escuchar una y mil veces, que desearía cantar a viva voz y que me llevaría a un viaje bien lejos. Es de amor y, por supuesto, de dolor. Cómo no.
Quiero regalárselas, y si no la han escuchado búsquenla. Léanla y cierren los ojos frente al espejo, que siempre, pero siempre va a sonar más y más desgarradora.

domingo, mayo 15, 2005

SONIDOS DE AYER Y HOY

¿Qué es lo que particularmente nos gusta de una canción?. Hay tantas. Millones de temas dando vuelta por la historia personal. Evocándonos momentos precisos de nuestro recorrido por este mundo. Puede ser la letra, el ritmo, la voz de la cantante, los efectos sonoros, el teclado rimbombante, los ruiditos escondidos que flotan como brillitos en la superficie de una canción.
Las canciones son algo así como el alma de la historia individual, una suerte de memoria perenne que nos recuerda a nosotros mismos qué hacíamos en ese momento, quienes éramos, con quién estábamos acompañados, en qué lugar nos encontrábamos. Esta historia está llena de canciones, de vocecitas que giran como volutas cosquilleándonos las mejillas, tomándonos de sorpresa en una micro, en la fuente de soda, en la calle, apareciéndose de la nada, así, sin más, y de repente el recuerdo, el olor de ese recuerdo, el color y el olor de la canción.
Me sucede con ciertas canciones casi como un enamoramiento, con mariposas en el estómago, un escalofrío que se queda quieto en mis brazos, me sonrojo, casi no respiro. Un suspiro hondo que se queda atrapado en la garganta y me inmoviliza, enfrentándome con toda mi debilidad a la potencia de un recuerdo.
Y en mi teleserie personal las canciones se han filtrado en los momentos precisos: yo di mi primer beso importante con la canción Roxanne de The Police, la canción Let down de Radiohead me alegra y necesito escucharla cuando voy camino a la playa, cuando hay sol, o esta atardeciendo, y el viento me pellizca el corazón. Total eclipse of the Heart de Bonny Tyler es, simplemente, la cuota de dolor que una amiga y yo necesitamos cuando estamos juntas. Add it up de Violent Femmes consagró, durante una época, mi resentimiento hacia los hombres. Juntos de Paloma San Basilio es el himno de amor y amistad más hermoso que he compartido. Pray for time de George Michael es el año 1990, cuando conocí a mi mejor amiga y lo único que ella hacía era cantar esa canción.
Y son infinitos los instantes y las canciones que podría nombrar para el culebrón de mi vida, que se encierran en mi pecho y reposan ahí, en silencio, como tantas imágenes, nombres y cartas.
No tengo ninguna duda que todos tenemos canciones, de toda clase; en cualquier etapa de nuestras vidas aparecieron colándose por la ventana del dormitorio, saliendo por debajo de la mesa, rebotando en las paredes de nuestra pieza, de noche, cuando hacíamos conjuros para que la chica o el chico nos sonriera al otro día en la calle. Borrachos, enojados, tristes, tontos. Atados a todas las canciones que escuchamos en el pasado. Condenados a todas las canciones que vendrán más adelante.
Mi amigo Lucho dijo, un día, una frase célebre: “el piano es un instrumento endemoniado”. Y le encontré toda la razón, hasta que escuché Nada más de Silvio Rodríguez. La guitarra también lo puede ser. Y cualquier canción si aparece justo en la escena culmine del capítulo del día