jueves, octubre 30, 2008

Guasó


Un pájaro fue capaz de distraernos.
Sumidas en nuestras inevitables labores de edición, nada sabíamos de la que está a menos de un metro. Es decir, a pesar de ser seres humanos libres, ni siquiera nos damos cuenta de cuanto nos alejamos de la realidad.
Pero bastó un pájaro para despertarnos y saber que la otra vino vestida de verde (y que, por cierto, le sienta mucho) o que la de más allá se maquilló los ojos o cambió el marco de sus lentes.
Sólo un pájaro.
Estábamos insertas enceguecidas mudas y tiesas editando nuestros libros cuando escuchamos un golpe como de una mano golpeando una mesa.
Coni dice "oh, pobre pajarito".
Efectivamente, un pequeño gorrión chocó contra la ventana norte del sexto piso de Santillana.
Y quedó ahí, en la cornisa, de espaldas, con sus patas moviéndose sufridamente, hasta que ya dejaron de hacerlo.
"Murió". Enmudecidas fuimos testigos de la pobre, solitaria y absurda muerte de un gorrión.
Nos miramos y mientras comentábamos, el pájaro se puso de pie. Inmóvil, con el pico abierto, sin hacer ningún tipo de movimiento.
"Ohhhh". Nuestros ojos sólo podían estar atentos a ese minúsculo ser aturdido por el golpe.
Diez minutos. Quince. Y seguía de pie, con el pico abierto. Hasta que en medio minuto, pestañeó, cerro su pico, movió la cabeza y voló.
A esas alturas varias se habían ido a sentar pero preguntaban desde sus asientos "¿y cómo está el pajarito?"
Y el pajarito voló, después de acomodar su pequeño cerebro.
Y pensé: un pájaro. Una metáfora.
Todas estamos chocando contra un vidrio y quedando aturdidas, mientras la persona que vive a nuestro lado nos mira con curiosidad y expectación.
¿Cuando volaremos?
Ese pájaro nos hizo no sólo levantarnos de nuestras incómodas sillas sino que entender que si somos capaces de dar tiempo, también lo tendremos.
Ese día el verde le quedaba muy bien a una chica de la cual no sé su nombre.
Pero se lo preguntaré mañana.

jueves, octubre 09, 2008

Ch


En Santillana está la locura. Podría explicarlo pero es muy largo. Todo se resume en poco tiempo=jefe con lumbago=compañera con licencia por estrés=compañera que le tirita un ojo=compañera que se quiere ir=yo con la guata más apretada que nunca.
Eso es Santillana. Una dulce pesadilla. Lo que es totalmente posible. Sino cómo explicar esos pololeos tortuosos de la adolescencia donde una se quedaba mientras el chiquillo se hacía el lolo y así y todo una sentía mariposas (nocturnas) en la guata.
Bueno, algo así es Santillana salvo que soy adulta y si se hace el lolo lo mando a freír monos al Africa.
Y bueno, entre textos, unidades, palabras, edición, revisión, ilustraciones se van mis días. Dejándome bien cansada, preguntándome muchas cosas, pensando otras tanta, sacando conclusiones.
Cuando todo se pone intenso inevitable que una también lo haga y lleguen a la cabeza cosas que pensaba tenía guardadas.
No sólo tengo que enfrentar un trabajo, sino que una vida que me pide explicaciones.
Lo sé. Debo hablar.
Pero, al regreso de mi viaje.
Cierro la maleta con cosas buenas y espero abrirlas con mejores.
Chau chau che que me espera al otro lado de la cordillera la aventura y los pies dispuestos.
Che, gud nai.

sábado, octubre 04, 2008

Egonomellamesnibusques


Antes de irme a acostar con el hombre que amo declaro:
1.- Que no tengo explicación de mis hechos y si los tuviera mi vida sería la tuya.
2.- Que amo ir al supermercado imaginando lo que te haría feliz.
3.-¡Qué tonto es un blog!

martes, septiembre 02, 2008

Manzanita la payasita


Que mi padre me haga notar que no he escrito en este blog es para mi bastante importante porque quiere decir que he abandonado rutinas dulces y cálidas por el "ritmo de vida".
¿Qué es el ritmo de vida?
Es cuando simplemente no puedes parar. Pero lo más curioso es que ese "ritmo de vida" es a la vez una rutina, como la que tenías antes de adquirir ese "ritmo de vida". O sea, sea cual sea el ritmo que la vida toma, es una rutina.
Rutina cuando escribía en este blog todos los días, rutina ahora que tengo que estar metida de cabeza editando, buscando textos, viendo si la coma está bien puesta, estando atenta al llamado del ministerio. Pero, como soy una cabeza dura, nunca he permitido que mi rutina me haga infeliz así que sea cual sea mi "ritmo de vida", es el que elegí.
Incluso el día en que me vaya, literalemente, a la punta del cerro.
Estoy ahora como un artista de circo: metida dentro de una maravillosa e iluminada carpa pero sin saber ni equilibrarme en la cuerda floja, ni hacer piruetas en un trapecio, ni subirme sobre un elefante y parame con una sola mano, ni siquiera pintarme bien como payaso.
Pero, como ser artista de circo es un oficio, debo trabajar duro, practicar, estudiar, conocer mi cuerpo, mi lado bonito, amaestrar bien a los elefantes.
Eso ocurre hoy en día en mi vida.
Pasa que de verdad no me dan miedo las cosas. A veces pienso que soy demente pero en realidad si lo fuera no estaría en la situación de vida en la que estoy: armonía.
Sólo no tengo miedo. Sólo me da angustia un rato, me quedo en casa llorando y pensando, tomo mucho té, me acurruco en la cama, exigo nanai y ya. Al otro día como nueva, lista para el baile, aunque mi vestido no sea el más hermoso ni mis zapatos los más relucientes.
En todo caso siempre me ha cargado el charol y de lo más bien que he andado con esos bototos horribles.
Porque no quiero charol. Quiero unos de cuero, resistentes, de suela alta, buenos para escalar, pero también para defenderse de las caídas y de los terrenos difíciles.
Del circo a la montaña.
Una analogía especial.
A ti papá, que me lees: escribí por ti.

Entreparéntesis: de esas cosas que me impresionan en la vida, aunque muchas cosas lo hacen. Al igual que aquellas que me enervan y me sacan de mis casillas. Mueren niñas ricas y hasta la cuarta deja de lado sus culos endurecidos para publicar titulares irrisorios. Cuando las niñas de Alto Hospicio comenzaron a desaparecer, culparon a sus padres de trata de blancas. Ese es Chile, el del mall más grande de Sudamérica y de la gente enloquecida por un Iphone. Cachetadas para todos.

domingo, agosto 03, 2008

Shewoman


Es domingo y me siento cansada, pero feliz.
Cansada porque ha sido una semana demasiado intensa y de decisiones claves.
Nuevamente me muevo.
Nuevamente me enfrento a cambios.
Nuevamente me pongo a prueba.
Nuevamente no tengo miedo de enfrentar riesgos.
Es un vértigo que necesito. Hasta puedo decir que es un vértigo que busco.
Sentir el control. Saber a ciencia cierta que esta vida, que llevo vivida 31 años, está hecha a pulso por mi, como una tela bordada, paso a paso, lentamente, sin saber bien cómo quedará pero eligiendo los colores, las formas, el camino.
Ahora cambié el hilo, y de un cuadrado paso a un remolino pero se siente tan bien, la vista se ilumina, la luz se condensa.
A estas alturas, después de tanta cosa, me he vuelto selectiva.
Selectiva es una buena palabra que me define.
No estoy para tonteras, para cosas a medias.
No estoy para conformarme aunque el mareo del cambio haga que me precipite contra las cosas.
Selecciono porque soy la única con derecho a hacerlo.
Selectiva porque con pinzas ando.
Y de lo bueno poco, dicen.

martes, julio 08, 2008

Good Food, good life


Durante mi adolescencia muy raras veces me compraba una golosina. Es más, no recuerdo ni siquiera haberlo hecho. Esa patológica costumbre se desarrolló aún más cuando entré a la universidad, donde el sabor más adecuado para sentir en mi boca era el cigarro y el café. No me daba un gusto dulce no porque no me gustara sino que porque estaba constantemente alerta con los gramos de más, las calorías de menos y una lista de interminables y estúpidas reglas que dirigían mi vida.
Básicamente lo que hice durante tantos años era privarme del placer. Y privarse del placer no sólo es cruel y castigador sino que un arma de doble filo que se traduce en un montón de síntomas emocionales que una los atribuye a cualquier cosa menos al acto censurador de no dejar entrar golosinas al cuerpo.
Claramente si se comen golosinas todos los días se corre el serio riego de tener diabetes, caries, problemas sanguíneos, etc. Pero cuando en situaciones específicas se necesita, pero de verdad SE NECESITA el sabor dulce abrazar nuestra lengua y transmitir sensaciones placenteras a todo nuestro y por un instante sentir esa pueril felicidad de antaño, el aletargamiento bondadoso del azúcar, cuando ocurre eso es lógico y generoso con una misma ir a un kiosko y comprarse un alfajor, o un helado, o un paquete de galletas.
La autocensura en todo orden de cosas es peligrosa y prohibirse el placer es casi como dejar que nos castiguen, nos peguen, nos quiten la libertad. Si una es capaz de eso, fácilmente podemos permitir al otro que nos censure.
Digo, una se tiene que querer, regalonear, alimentar, abrigar, cuidar, respetar, acariciar. Una es la fuente primera de placer de una misma y la búsqueda de él es personal y abierta.
Quitarnos esa fuente, ese derecho, es cerrarnos las puertas a un montón de otras cosas sensatas y buenas y sanas que nos hacen bien y más felices.
Y ciertamente una engorda más cuando tiene la disposición de adelgazar que dándonos un gusto dulce de vez en cuando.
El Super 8 engorda cuando pensamos que nos engorda. Si lo comemos con felicidad de seguro que pasará de largo y nuestro cuerpo lo recibirá no con ansia sino que con agradecimiento.
Hace mucho tiempo que dejé de prohibirme el placer, y hoy, después de almuerzo, me compré un Super 8, sin culpa pero con mucha libertad.
Y otro granito de placer se sumó a mi ya atiborrada fuente.

miércoles, junio 04, 2008

Y bueno.


Él dijo "The more you ignore me the closer i get"
Yo digo "Un clásico de las relaciones humanas"

viernes, mayo 30, 2008

Facebook y el suceso del yogur


Me hice un Facebook.
Cuando fue el boom y todos sacaron una cuenta y yo no, siempre me preguntaban y creo que en más de una ocasión fui en extremo vehemente: “No, no quiero Facebook, puro copuchenteo”. Eso, sin saber lo que era y cómo funcionaba. Es decir, estaba prejuiciando. A mi que me carga ser prejuiciosa.
Pasó el tiempo.
Hasta hace 2 días atrás que soñé con mi amiga María José, mi pálida amiga de los 6 años a la que dejé de ver, literalmente, de un día para otro.
Como he escuchado de amigas que “encontraron” a otras amigas del pasado y se van a juntar a conversar por todos los años en silencio pensé que quizás Facebook...mi amiga...la modernidad, y así encontrarla. Cosa que no ha sucedido pero no pierdo las esperanzas.
Y ya, que tanto, también para opinar sobre algo hay que conocerlo y quise curiosear un poco en esta herramienta social que tan famosa es.
Y ahora tengo Facebook.
Y amigos, claro.
Los de siempre y algunos que estuvieron antes.
Y es divertido pero, como toda página que puede llegar a contener muchos datos, me ataranto y no la logro domesticar del todo.
Pero, más allá de que si es pro-copuchenteo porque puedes husmear en la vida de las personas sin ninguna restricción, Facebook tiene algo muy útil y que es parte de sus premisas: encontrar personas. Tal como Eli de Caso lo hacía en su programa Facebook permite contactar a gente que creíamos perdida en alguna parte de este largo país, sin siquiera poder imaginarnos en qué situación se encontraba.
Así mismito encontré a la Marce, una inolvidable amiga de la Universidad que se fue a Diseño en la Chile y le perdí la huella.
Inolvidable por muchas cosas pero por sobre todo por el suceso del yogur, que debo compartirlo para que se entienda por qué es tan entrañable:
Un día, a la hora de almuerzo en Campus Oriente, todas las amigas sacamos nuestras respectivas colaciones: Musa un cigarro y una coca cola normal, Ibarra algún plato magníficamente cocinado por su abuela, yo una manzana y un queque que me compraba en el centro, antes de tomar la micro, y la M,arce sacó un yogur. Estábamos comiendo, charlando y riendo cuando la Marce levanta el brazo, lleva su yogur a la boca y comienza a golpearlo y dice “Que raro, este yogur no sale”. Cuando la miramos la risa fue tanta que hasta las palomas salieron volando, asustadas de que viniera el fin del mundo. La Marce estaba manchada entera de yogur, que se le había caído seguramente cuando lo golpeaba extrañada de que no saliera.
Nunca, ninguna de la que presenciamos eso, hemos podido olvidar el suceso del yogur y, por ende, a la Marce que era una flaca que comía como chancha y no engordaba ni un gramo (según Musa porque tenía la lombriz solitaria).
Y bueno, a esa Marce, después de 11 años, he encontrado gracias a Facebook.
Le mandé un mensaje y le propuse que nos juntáramos. Aceptó gustosa.
Nos veremos las caras luego de una gran vida caminada.
Lo que tiene Facebook es que acerca pero no obliga.
Y frente a las críticas de que los tiempos modernos hacen que la gente se vea cada vez menos, pues en algo tienen razón, pero no se detienen en un detalle: que es ese mismo mundo virtual el que acerca, a pesar de la lejanía, a las personas.
Y con y sin internet, cultivar la amistad es un asunto de voluntad, no de distancias.
Una carta es un abrazo.
Un mail es una sonrisa.
Facebook es cruzar un puente hasta la casa del otro.
Analogías.
Pero todas pequeñas demostraciones de amistad. Virtual o no, es un asunto de voluntad.

sábado, mayo 24, 2008

Yum Yum Instant Noodles


- Mal. Como es que no puedo escribir. O sea no es que sea una bala pero suelo tener facilidad. Sin embargo bajo ciertas circunstancias me bloqueo. Además estoy cansada y a veces prefiero sólo divertirme por internet y bajar música, tuitear, chatear y leer cosas de la biblioteca cervantes que por cierto es muy buena. Pero ese no es el punto. El punto es que haga las cosas de una buena vez. Me odio a mi misma por mi cadena de ya, ya, ya que no lleva a ningún lado. Amo mi hogar pero me pone en jaque porque es tan acogedor que cuando llego sólo quiero comer y dormir. Y bueno, también amar y ver pelis.
- El computador es como un espejo. No estoy diciendo que en internet encuentre cosas que me identifiquen sino que cuando me quedo con el word en blanco, pelado, veo todas mis falencias. Y es lo peor. Y hasta este minuto no tengo solución al respecto.
- Estoy feliz con internet en casa pero es lenta. Es decir, ya me di cuenta que me gusta demasiado bajar música pero se demora ene. O quizás ese no es el problema y yo tengo que ser más paciente. Ambas son ciertas pero me quedo con que es lenta.
- Es extraño no estar con mi bombón en casa.
- Tengo hambre pero es más mi flojera.
- Me odio a mi misma por ser así. Atadosa. Sería mucho más fácil cerrar el compu, dormir, despertar mañana e ir a comprar cosas ricas que estar quejándose de estupideces de la índole de "internet es lenta". Pero bueno, soy inmadura.
- La vida debería ser como una sopa Yum Yum: instantánea, sabrosa, con los aderezos específicos y fácil de hacer.

domingo, mayo 18, 2008

Om


Mi salud no ha andado del todo bien en este último tiempo.
Soy una graduada en somatizar y de un tiempo a esta parte mi cuerpo se ha resentido con el estrés en el que estoy viviendo ultimamente.
Y estrés del peor, ese que llaman emocional y que tiene que ver con cuán felices estamos con lo que hacemos.
Y pues bien, quizás no estoy tan feliz porque primero fue el ojo, después la guata y ahora una bronquitis que me tuvo 11 días en cama, con licencia, tos, mocos y pena.
Leyendo por internet sobre los chacras me he dado cuenta que los debo tener bien tapados porque toda la energía buena que debe circular por el cuerpo está estancada en alguna parte y no deja que funcione bien. Si bien no soy esotérica lo de los chacras va más allá de eso y trata sobre cuán limpia está la energía que entra y sale de nosotros.
Siento que eso es mega importante. Y requiere de mucha responsabilidad. Cuidar la energía, y transformarla en luz buena que ilumine todo cuánto hago.
Por eso mi energía no debe estar circulando bien. Porque me he enfermado y porque me ha costado mucho resolver ciertas cosas y tomar decisiones y decir basta.
Una amiga me dijo que "hay que aceptar la vida como es y resignarse frente a los hechos".
Bastó eso para que me entrara un pánico infinito. Pánico de esa actitud de vida. De resignación.
Y me vino una especie de iluminación.
Y sentí que me llenaba de energía de nuevo.
Y para transitar por mi camino elegido tengo que tener paciencia.
Pero no me importa porque en mi vida he tenido que tener harta así que, si bien me cuesta, se como manejarla.
Y mi cabeza da vueltas.
Ahora estoy acostada, con la cama caliente, en mi departamento y siento que si no fuera por la paciencia y la valentía no estaría así como estoy.
Y mis chacras se tienen que limpiar.
Y soy responsable de ello.
Y si bien me carga que mañana sea lunes se, con certeza, que todo lunes implica que ya se acerca.
Mi cambio.

lunes, marzo 17, 2008

Joliedays


Pasan cosas buenas.
Y otras no tanto pero que se solucionan con campo, gente querida, pájaros y grillos.
Me voy p'allá.
Después vuelvo p'acá.
Renovada, actualizada y limpia.

viernes, febrero 29, 2008

domingo, febrero 24, 2008

Raíz


Miro las cosas de mi pieza.
Las cajitas de metal, la postal de Le Chat Noir, mi tazón con tapa, la tele, la palomita de mimbre.
Mis cosas.
Escucho Carmina Burana y me traslado a un hermoso jardín donde en vez de cajitas de metal y cachivaches varios hay muchas flores, una hiedra inmensa enredándose en mis pies, pájaros invisibles que se delatan por los ruidos de sus plumas rozando el follaje. Quizás, una canasta con frutas y lanas para tejer.
Pero sigo en mi pieza, sin la canasta de frutas pero con todas las cosas que me pertenecen y me definen.
Ese jardín es lo que busco.
Así trato de definir mi búsqueda de hogar.
Ha sido difícil y lento. 2 cosas que para una persona como yo pueden ser grandes razones para abandonar una misión. Pero es tan grande el deseo de tener mi propio jardín que nada me ha hecho retroceder.
Cuando le explico a una amiga que sigue en casa de sus padres y que no tiene intenciones de dejar de hacerlo el por qué es tan importante el "espacio propio" trato de ejemplificarlo con el jardín.
La completa libertad de sembrar, de estar, de disfrutar, de compartir.
De armar el propio mundo con las herramientas más íntimas.
De marcar el mundo con una banderita que flamee orgullosa.
Es eso. Es bien simple.
Más allá del tema material, de que si me alcanza o no la plata, de que tengo que pagar la luz y no comprarme una polera. Más allá de ese tema que lo encuentro si, importante, pero no a la altura de lo que significa construir el hogar, es el hecho de ser colonizadora, precursora y creadora del propio mundo. Del jardín.
Si ese jardín se seca, si los pájaros abandonan sus nidos y las lagartijas encuentran mejor sol es porque, definitivamente, no estamos viviendo con amor.
Esa es la verdadera responsabilidad: mantener la vida en el propio mundo.
Mientras estemos en el mundo extranjero todo es más fácil porque si las flores se están secando, alguien las regará. Si los insectos intentan comerse las raíces de las plantas, alguien los espantará.
En el propio mundo la vida de las cosas están en las propias manos.

Tengo mi bandera lista.
Los habitantes están preparados.
Sólo me falta encontrar mi casa.

QUIERO MI CASA.

jueves, febrero 07, 2008

Radio a Pilas

Desde hace un tiempo tengo una columna musical en El Claneta, la revista virtual del bar El Clandestino.
Escribir sobre música no sólo me es familiar sino que es muy simbólico pues mi padre es un hombre de radio hecho y derecho. Toda su educación musical se plasma en esta humilde pero apasionada columna musical que mes a mes habla de eso tan resabido:
Muchas canciones para una sola vida.
Como soy algo obsesiva, decidí hacerme un blog especial para esas columnas ya publicadas en el Claneta, sólo por el detalle de poder publicar un video junto con el texto en cuestión.

Así que vaya y lea Radio a Pilas.

Para nada pretencioso pero si muy honesto.

domingo, febrero 03, 2008

PazPeacePaixPaceHeiwaSalam


Hoy, domingo 3 de febrero de 2008, 2 mujeres fueron asesinadas. Una por su esposo y otra por su ex. Ambas eran víctimas constantes de violencia intrafamiliar y de amenazas públicas de muerte.
Más alla del tema del femicidio, que encuentro que es la manifestación más brutal del machismo, lo que más me tiene consternada es el nivel de violencia que existe en este último tiempo en Chile. Ayer hablaba con mi hermano sobre el tema de la evolución humana. Él me decía que la humanidad ha evolucionado y yo lo rebatía diciéndole que no, que desde mi punto de vista todo ha sido una involución que se manifiesta, entre otras cosas, en lo violenta que está la humanidad. Discriminación, xenofobia, violación a los derechos humanos, desprotección de la flora y fauna. Todos estos puntos son a mi juicio manifestaciones reales de la involución. Y para mi de nada sirve que el Iphone sea tan groso y moderno si la gente se mata entre ella, si el miedo y la desconfianza habita en lo más profundo de todas las personas.
Estos son ejemplos macros pero he sido testigo de la violencia con que vive la gente.
En el metro, empujándose todos por entrar al vagón y garabateándose a viva voz porque alguien pisó a no sé quién, otro le enterró el codo en el estómago, otro no dejo bajar antes de subir. A mi, una señora me enterró las uñas en los brazos, todo por entrar al vagón en el que ya no cabía más gente. La miré y le dije “Señora, ¿no sé da cuenta que me está rasguñando sólo por querer estar en este vagón?” Ella, ni siquiera me respondió.
En el banco, el viernes, esperando que me entregaran una tarjeta, un tipo maleducado gritoneaba a un funcionario de Servicio al Cliente. Vociferaba a viva voz que él era cliente antiguo, que cómo era posible que su crédito fuera rechazado y que “ podría tratarte peor pero soy un hombre educado”. Y el funcionario de lentes trataba de explicarle que nada podía hacer porque el sistema no sé que cosa.
A los 20 minutos otro tipo, ordinario y prepotente, gritoneaba a otro funcionario porque no tenía un papel que debía ir a buscar al segundo piso. Y “no voy a volver a hacer esta weá de cola, así que tu me atendía altiro no más”.
Suma y sigue.
Podría llenar páginas con ejemplos de violencia y destrucción.
Y estas dos mujeres que murieron hoy salvajemente, acuchilladas, llorando y asustadas en sus últimos segundos de una vida que fue arrebatada por las manos de un hombre egoísta, bruto y malvado, son ejemplo vivo de la involución. Esas dos mujeres que quizás soñaban con ir a la playa por el día, comer empanadas y sacarse fotos sonrientes sintieron dolor en el último instante de su vida. Dolor que es el que siente y sentirá toda la humanidad mientras no se comience a sentir y practicar la PAZ.
Esto ya no es jipismo. Es una necesidad.

lunes, enero 21, 2008

Rojo


Roja, roja, roja.
Si hubiese podido hundirme en su jugo y quedarme nadando en ese sueño dulce y pegajoso, lo hacía.
Me hubiese hecho una casita con las pepas, con una escalera larga que llegara hasta donde estás tu. Y besarte.
Reposaría en un agujero moldeado con una cuchara plateada, y desde esa ventana infinita mirar los atardeceres, los ires y venires de los bichos, los pollos caminando como bobos, la gata moviendo la cola y las hojas en blanco llenándose de historias hermosas como la de los señores de la montaña o Clementina la del pelo largo o las que siempre sueño que escribo y que no logro verbalizar porque aún no logro vivir en ese mundo.
Ese es el punto.
Vivir en ese mundo.
Reposar en un pedazo de sandía y dejar que los lápices bailen sin espantarse, tranquilos.
Como esos pájaros o las pelusas que sobrevuelan sobre mi cabeza.
Juro que si hubiese podido nadar en ese jugo colorado, dejaba mi maleta deshecha y me quedaba ahí por un buen rato.
Libre y totalmente a gusto.

lunes, enero 14, 2008

Privilegio


Los verdaderos privilegios, a mi modo de ver, son los que me acercan a la esencia de las cosas. Situaciones puras y genuinas, imposibles de encontrar en el mercado porque los verdaderos privilegios no se venden. Se encuentran.
Los verdaderos privilegios son, en ocasiones, inexplicables. No puedo explicar lo que siento al tener el privilegio de ver sonreír a mi sobrina, o mirar un cielo completamente estrellado, o cruzar mi mirada con la mirada de Leo. No puedo ni quiero explicarlo porque ser privilegiada es algo íntimo, personal y que se agradece en silencio.
Los verdaderos privilegios aparecen de repente, sorprendiendo pero, por sobre todo, vistiendo de paz y alegría los instantes.
El domingo fui privilegiada. Caminé hasta llegar a la chacra, saque choclos, cebollas y papas y cociné el más delicioso y milagroso tomaticán que he comido en mucho tiempo. La energía de la tierra llegó a mi estómago y a mi corazón, haciéndome sentir poderosamente feliz.
Un privilegio que no olvidaré jamás.

lunes, enero 07, 2008

La Fiesta China y el Año Nuevo Mío


De repente fueron las 12 de la noche y llegó el 2008.
Frente al mar y el cielo iluminado. Como alimentándose mutuamente de las luces de fantasías que explotaban ante nuestros ojos emocionados.
Porque este año nuevo, si bien de un tiempo a esta parte ese minuto de los abrazos y buenos deseos me emociona, si que estuvo lleno de esa cosa pastosa que se coloca en medio de la boca y el corazón y que hace que los ojos hablen por si solos y que la sonrisa salga porfiada aunque una no quiera y que todas las cosas de repente parecen un privilegio, una fortuna, un don. Y no es que se disfracen. Simplemente es que ese minuto de cambio temporal me hace sentir profundamente viva. La constatación real de que el tiempo pasa y sigo aquí rodeada de árboles, mar, Leonidas, familia, perros persiguiéndose la cola, olor a papas fritas, palabras en otros idiomas, enciclopedias con los mapas de los viajes de mis sueños, cuchuflíes, un cuaderno en blanco. Eso. Eso y más. Y más cosas que si pienso bien puedo disfrutar por estar en este mundo parada, vivita y coleando, sin dormirme. Atenta.
De repente fueron las 12 de la noche y llegó el 2008.
Sin promesas.
Sin esperanzas.
Con deseos concretos, palabras exactas.
Nada de esperar. Sino que hacer.
Nada de prometer. Sino cumplir.
De repente fueron las 12 de la noche y llegó el 2008.
Un año lleno de Amor.
Sea del chancho, del perro o de la serpiente.
Es más, que a mi jardín vengan todos, para que esperar 12 años si podemos estar juntos en las buenas y en las malas. De eso se trata este embrollo que es la vida.

Bienvenido dos mil ocho.