viernes, mayo 30, 2008

Facebook y el suceso del yogur


Me hice un Facebook.
Cuando fue el boom y todos sacaron una cuenta y yo no, siempre me preguntaban y creo que en más de una ocasión fui en extremo vehemente: “No, no quiero Facebook, puro copuchenteo”. Eso, sin saber lo que era y cómo funcionaba. Es decir, estaba prejuiciando. A mi que me carga ser prejuiciosa.
Pasó el tiempo.
Hasta hace 2 días atrás que soñé con mi amiga María José, mi pálida amiga de los 6 años a la que dejé de ver, literalmente, de un día para otro.
Como he escuchado de amigas que “encontraron” a otras amigas del pasado y se van a juntar a conversar por todos los años en silencio pensé que quizás Facebook...mi amiga...la modernidad, y así encontrarla. Cosa que no ha sucedido pero no pierdo las esperanzas.
Y ya, que tanto, también para opinar sobre algo hay que conocerlo y quise curiosear un poco en esta herramienta social que tan famosa es.
Y ahora tengo Facebook.
Y amigos, claro.
Los de siempre y algunos que estuvieron antes.
Y es divertido pero, como toda página que puede llegar a contener muchos datos, me ataranto y no la logro domesticar del todo.
Pero, más allá de que si es pro-copuchenteo porque puedes husmear en la vida de las personas sin ninguna restricción, Facebook tiene algo muy útil y que es parte de sus premisas: encontrar personas. Tal como Eli de Caso lo hacía en su programa Facebook permite contactar a gente que creíamos perdida en alguna parte de este largo país, sin siquiera poder imaginarnos en qué situación se encontraba.
Así mismito encontré a la Marce, una inolvidable amiga de la Universidad que se fue a Diseño en la Chile y le perdí la huella.
Inolvidable por muchas cosas pero por sobre todo por el suceso del yogur, que debo compartirlo para que se entienda por qué es tan entrañable:
Un día, a la hora de almuerzo en Campus Oriente, todas las amigas sacamos nuestras respectivas colaciones: Musa un cigarro y una coca cola normal, Ibarra algún plato magníficamente cocinado por su abuela, yo una manzana y un queque que me compraba en el centro, antes de tomar la micro, y la M,arce sacó un yogur. Estábamos comiendo, charlando y riendo cuando la Marce levanta el brazo, lleva su yogur a la boca y comienza a golpearlo y dice “Que raro, este yogur no sale”. Cuando la miramos la risa fue tanta que hasta las palomas salieron volando, asustadas de que viniera el fin del mundo. La Marce estaba manchada entera de yogur, que se le había caído seguramente cuando lo golpeaba extrañada de que no saliera.
Nunca, ninguna de la que presenciamos eso, hemos podido olvidar el suceso del yogur y, por ende, a la Marce que era una flaca que comía como chancha y no engordaba ni un gramo (según Musa porque tenía la lombriz solitaria).
Y bueno, a esa Marce, después de 11 años, he encontrado gracias a Facebook.
Le mandé un mensaje y le propuse que nos juntáramos. Aceptó gustosa.
Nos veremos las caras luego de una gran vida caminada.
Lo que tiene Facebook es que acerca pero no obliga.
Y frente a las críticas de que los tiempos modernos hacen que la gente se vea cada vez menos, pues en algo tienen razón, pero no se detienen en un detalle: que es ese mismo mundo virtual el que acerca, a pesar de la lejanía, a las personas.
Y con y sin internet, cultivar la amistad es un asunto de voluntad, no de distancias.
Una carta es un abrazo.
Un mail es una sonrisa.
Facebook es cruzar un puente hasta la casa del otro.
Analogías.
Pero todas pequeñas demostraciones de amistad. Virtual o no, es un asunto de voluntad.

sábado, mayo 24, 2008

Yum Yum Instant Noodles


- Mal. Como es que no puedo escribir. O sea no es que sea una bala pero suelo tener facilidad. Sin embargo bajo ciertas circunstancias me bloqueo. Además estoy cansada y a veces prefiero sólo divertirme por internet y bajar música, tuitear, chatear y leer cosas de la biblioteca cervantes que por cierto es muy buena. Pero ese no es el punto. El punto es que haga las cosas de una buena vez. Me odio a mi misma por mi cadena de ya, ya, ya que no lleva a ningún lado. Amo mi hogar pero me pone en jaque porque es tan acogedor que cuando llego sólo quiero comer y dormir. Y bueno, también amar y ver pelis.
- El computador es como un espejo. No estoy diciendo que en internet encuentre cosas que me identifiquen sino que cuando me quedo con el word en blanco, pelado, veo todas mis falencias. Y es lo peor. Y hasta este minuto no tengo solución al respecto.
- Estoy feliz con internet en casa pero es lenta. Es decir, ya me di cuenta que me gusta demasiado bajar música pero se demora ene. O quizás ese no es el problema y yo tengo que ser más paciente. Ambas son ciertas pero me quedo con que es lenta.
- Es extraño no estar con mi bombón en casa.
- Tengo hambre pero es más mi flojera.
- Me odio a mi misma por ser así. Atadosa. Sería mucho más fácil cerrar el compu, dormir, despertar mañana e ir a comprar cosas ricas que estar quejándose de estupideces de la índole de "internet es lenta". Pero bueno, soy inmadura.
- La vida debería ser como una sopa Yum Yum: instantánea, sabrosa, con los aderezos específicos y fácil de hacer.

domingo, mayo 18, 2008

Om


Mi salud no ha andado del todo bien en este último tiempo.
Soy una graduada en somatizar y de un tiempo a esta parte mi cuerpo se ha resentido con el estrés en el que estoy viviendo ultimamente.
Y estrés del peor, ese que llaman emocional y que tiene que ver con cuán felices estamos con lo que hacemos.
Y pues bien, quizás no estoy tan feliz porque primero fue el ojo, después la guata y ahora una bronquitis que me tuvo 11 días en cama, con licencia, tos, mocos y pena.
Leyendo por internet sobre los chacras me he dado cuenta que los debo tener bien tapados porque toda la energía buena que debe circular por el cuerpo está estancada en alguna parte y no deja que funcione bien. Si bien no soy esotérica lo de los chacras va más allá de eso y trata sobre cuán limpia está la energía que entra y sale de nosotros.
Siento que eso es mega importante. Y requiere de mucha responsabilidad. Cuidar la energía, y transformarla en luz buena que ilumine todo cuánto hago.
Por eso mi energía no debe estar circulando bien. Porque me he enfermado y porque me ha costado mucho resolver ciertas cosas y tomar decisiones y decir basta.
Una amiga me dijo que "hay que aceptar la vida como es y resignarse frente a los hechos".
Bastó eso para que me entrara un pánico infinito. Pánico de esa actitud de vida. De resignación.
Y me vino una especie de iluminación.
Y sentí que me llenaba de energía de nuevo.
Y para transitar por mi camino elegido tengo que tener paciencia.
Pero no me importa porque en mi vida he tenido que tener harta así que, si bien me cuesta, se como manejarla.
Y mi cabeza da vueltas.
Ahora estoy acostada, con la cama caliente, en mi departamento y siento que si no fuera por la paciencia y la valentía no estaría así como estoy.
Y mis chacras se tienen que limpiar.
Y soy responsable de ello.
Y si bien me carga que mañana sea lunes se, con certeza, que todo lunes implica que ya se acerca.
Mi cambio.