martes, noviembre 30, 2010

Pajaritos en la cabeza


He estado pensando mucho.
Tanto, que se ha convertido en un problema.

No quiero pensar, la verdad.

Dejaré mi cerebro a un lado y usaré mis manos, el corazón, el estómago.
Que en vez de pensamientos, salgan de mi libros textiles, poemas, comidas que hagan sonreír a Leonidas, a mis padres, a mis amigas.

¿Qué pasará si dejo, efectivamente de pensar y sólo comienzo a sentir?

Y que, de repente, de mi pelo comenzaran a brotar árboles, nidos, cascadas.

Quiero tener pajaritos en la cabeza.

Si.

Pajaritos en la cabeza.