miércoles, febrero 09, 2011

1 mes con Cicer♥n



Hace un mes atrás, un día domingo casi cruzando hacia el lunes, apareció todo sucio, flaco y asustado este gato que nos vino a revolver el gallinero.
Cicerón, Cisarro, Siserás, Ciceronte, Chichichichi.
¿Qué le ha sucedido en un mes?
Ha crecido, cambió el pelo, se le fue la tiña, engordó, no le teme al agua, nos reconoce, gusta de mascar nuestras suculentas, se entretiene con un lápiz de pasta, tiene su rincón favorito.
¿Qué nos ha sucedido en un mes?
Tomamos consciencia de otra presencia en la casa, compartimos el tiempo y el afecto, comprendemos su idioma y sus diferentes tipos de miaus, pensamos en él cuando estamos lejos, inventamos juguetes para que se divierta, inventamos canciones con su nombre.
Cicerón es un buen gato, un amigo peludo que se langüetea bien seguido y que aprende cosas con las cuales puede comunicarse con nosotros.
Ahora sabe que cuando me pongo la cartera es porque voy a salir y se para en la puerta a reclamar.
Sale corriendo cuando escucha el timbre porque sabe que es Leonidas, con el que puede divertirse sin que lo reten.
Enloquece cuando ve el escobillón, su más extraño enemigo en esta casa, con el que tiene divertidas peleas mientras se revuelca en el polvo.
Se duerme plácidamente en mis piernas mientras le leo algún cuento, moviendo las orejas y ronroneando con dulzura.
Se sienta concentrado al lado de Leonidas mientras trabaja, y observa con atención las formas que se dibujan en el computador.
Cicerón es lo que yo quería: un gato amigo con el que yo también puedo ronronear.
Y ahora, mientras duerme en su rincón favorito, no me queda más que sonreír y decir ¡Qué bueno que apareciste en nuestra vida, gato loco!