una asistente chilena que vive en Lonjumeau
donde también vivió Lenin. Pero esa es otra historia.
Lo que quiero contar es que cocinamos sopaipillas (muchas, oh si),
tomamos navegado,
comimos chocolate,
hicimos pebre.
Eso.
Yo por mi parte chateé con Loyola lo que me hizo muy feliz.
Además volví a ver por séptima vez
ETERNO RESPLANDOR DE UNA MENTE SIN RECUERDOS.
Y volví a emocionarme, y a entristecerme y a maravillarme de cómo
alguien puede ser capaz de hacer una película cómo esa
es decir, cómo alguien puede mostrar de esa manera
el complejo y personal tema de la memoria.
Hablar del director, Michel Gondry, es hablar de un tipo realmente talentoso,
curioso, inquieto y sensible.
No sólo por esta ópera prima sino que también por sus estupendos videos musicales que ha realizado para Björk, Chemical Brothers, Daft Punk y otros.
Me gusta Michel.
Hablar del papelazo de Kate Winstley que logró que me olvidara por completo
de su horrible personaje de Titanic y adorara y también detestara a Clementine porque es adorable y detestable. Pero es tan abierta, inocente e impulsiva.
Como la memoria que se manifiesta dónde y cuando quiere.
Hablar de Jim Carrey y su exquisita y delicada gesticulación.
Siendo que él se caracteriza por sus morisquetas llevadas al extremo, acá también las hace pero con una sutileza que asombra. Cada gesto, cada expresión del rostro, cada pequeño movimiento de su boca hablan por sí solos del estado, del ser, de Joel.
Hablar de los otros también.
Pero ni tanto.
Mejor hablar de todo. De la película, de la música compuesta por Jon Brion (Magnolia, Punch Drunk Love).
De los colores, del hielo, de la playa.
Y de lo que me pasa.
Y es que al final siempre mantengo esa sensación de orgullo por cada cosa que me ha pasado.
Y de lo que me pasa.
Y es que al final siempre mantengo esa sensación de orgullo por cada cosa que me ha pasado.
Es que la memoria, que es eso tan racional pero a la vez tan emocional, el corazón y la mente unidas para hacer que no nos perdamos del propio mundo, de que todos los días tengamos la posibilidad de revisitarnos, de reconstruirnos, de reamarnos.
Al final,
bueno no lo cuento por si hay alguien que lee y no la ha visto.
Sólo que al final es eso.
No importa lo que hayamos vivido porque lo volvería a vivir
aún sabiendo qué es lo que vivimos.
Al final,
bueno no lo cuento por si hay alguien que lee y no la ha visto.
Sólo que al final es eso.
No importa lo que hayamos vivido porque lo volvería a vivir
aún sabiendo qué es lo que vivimos.
Links: lacuna inc.