miércoles, octubre 11, 2006

Hojas de Parra y cosas Varias

Desde que tengo uso de razón, cuando los parrones se ponen verdes, llenos de hojas, simbolizan para mi la llegada del verano. Del sol. De tardes frescas, de uvas, frutas, sombra, patas peladas, chalitas, insectos que zumban con flojera en el oído.
Las Hojas de Parra son la señal de MI verano.
Y el parrón de mi casa está lleno de ellas.
Me di cuenta antes de ayer y desde ese día mi espíritu se enfrenta de manera diferente a los árboles. Los miro a todos para ver en qué parte de su floración están y la verdad todos dejaron sus brotes para vestirse de hojitas y nuevas ramas. Una renovación fascinante.

He estado haciendo trabajos varios. Uno de ellos es la página web de mi hermano. Ha sido una verdadera prueba porque he tenido que retomar el programita aquel de dreamweaver y la verdad es que es complejo. No su utilización sino que la manera en que hay que utilizarlo. Con mucho método. Nunca he tenido método pero me di cuenta que estaba albergada en mi una especie de tenacidad, vehemencia o llamémosla también porfía. Lo que hace que las cosas no se me escapen porque NO DEJO que se me escapen.
Esa porfía en todo orden de cosas. Claro que en Dreamweaver me sirve más.
La cosa es que está quedando linda (la web de mi hermano) y necesita más cosas que no sé muy bien cómo hacer (wordpress por ejemplo) pero que de seguro lo lograré. Siento que todo se puede lograr. Hasta levitar.

Además, he estado escribiendo montones. Tengo dos libros ya a medio camino. Uno es para un concurso en Ecuador y el otro para la editorial que quiera ofrecerme un contrato no suculento pero si justo. Si no, ya tendré mi propia editorial y publicaré hasta que me de hipo.
Una de las historias es sobre las onomatopeyas. Me gustan las onomatopeyas. Son el lenguaje más universal que existe, aunque no sean las mismas onomatopeyas en todos los idiomas. Cuando me refiero a universal quiero decir que es la manifestación sonora más básica, simple, pura y que no requiere de nada más que el sonido. A veces el lenguaje hablado deja de ser universal cuando los códigos pasan a ser sociales: modos de hablar, entonación, nuevas palabras, etc.
Miau, Miaou, Meow= gato, NO RAZA de gato.
Leo me ha dicho que mi onomatopeya es TRALALÁ. Que lindo eres.

El viernes parto a Curicó. Ya extraño mucho a Leo, la feria enorme que no cierra nunca, el Cerro Condell que debe estar más verde que nunca, la plaza linda con el árbol milenario indú. Estar con él, hacer leseras y pizza y todas esas cosas que hacen que la vida sea más placentera, divertida y acompañada.
Eso de echar de menos es una cosa muy jevy. Es como estar con esa persona pero no tenerla. Porque echar de menos es eso. La persona está en uno pero no. Y se produce una especie de cojera, un suspiro. Y cuando esa persona te llama, o aparece en msn, o te manda un mensaje como que ese suspiro se suelta. Y cuando, definitivamente, ves de nuevo a esa persona, el suspiro no solo se suelta sino que todo el cuerpo reacciona.
A Leonidas lo echo de menos porque me pasa todo eso que acabo de decir.

Además, como un bicho en mi, las ganas de salir me tienen como león enjaulado. Aunque han sido unos días bacanes en Santiago. He visto a casi todas mis amigas, salí con mis dos hermanos, m enfermé, he regaloneado con Yoni y Chabe (mis padres), hice trámites importantes, fui al doctor, fui a un Worksshop con unos daneses muy interesante, fui al museo, comí helados del Emporio, caminé por el centro. Me falta ir al cine y ver a Pili y a Pantoja.

Sobre el workshop. Unos daneses que tienen una editorial vinieron a Chile, en el marco del Laboratorio Internacional "Creando lectores" que fue el 3, 4 y 5 de octubre, a enseñar el modo más famosos que existe en Dinamarca en composición de libros infantiles para primeros lectores. El workshop estuvo bacán. Hicimos 4 colecciones de 5 libros cada una, las mostramos en el Centro de Extensión de la Católica, el público pedía a gritos ¡¡¡PUBLIQUEN ESOS LIBROS!!!. Algunos editores miraron para el lado, otros se hicieron los interesados. En fin. Lo más importante: aprender, conocer gente chori y conocer, además, a una profesora de una escuela rural en Colchagua, que viajó hasta Santiago para conocer sobre el trabajo de los daneses. La profesora me contó a mi y a Leslie, otra escritora-ilustradora, que en su pequeña escuela no hay biblioteca y que los niños están ávidos por aprender y crear. Que se demoran 1 hora caminando para llegar a su escuelita.
Leslie y yo le regalamos libros. Ella los suyos, yo "Bigotes" (el mío) y la profesora estaba muy agradecida. Nos invitó a Colchagua, sonreía con una sonrisa tan verdadera. Su felicidad era tan cierta. De repente no la vimos más y apareció con unos regalos. La profesora de la humilde escuelita de Colchagua nos regaló unas libretitas de apuntes. A mi el corazón se me apretó de la emoción. Hay veces en que la gente sorprende. La sinceridad emociona.
Iremos a Colchagua a hacer un taller y haremos libritos con los niños.
De eso se trata también: de DAR, COMPARTIR, INTERCAMBIAR.

Y logré cambiar el banner de mi blog. Sé que la foto está pixelada pero ustedes no saben lo que se siente leer HTML, entenderlo y manipularlo.

Cambio y fuera.

2 comentarios:

@slz_ dijo...

Que nutrido el post. como una piñata gringa, esas que se escriben sin "ñ". parezco mina, tengo una fiesta de disfraces y no se qué ponerme... ja. Lo de las onomatopeyas estaba bien. bien bueno.
Pow, bang!

lady C dijo...

nena!!! que llena de luces y proyectos estás.
bendiciones

nota parte: FUCK DREAMWEAVER!!!
le odio