lunes, octubre 23, 2006

Bosque

Llegó el verano, definitivamente.
Me ha dado mucho calor. Y eso que yo soy friolenta y tengo resistencia al calor. Entonces cuando siento calor es porque realmente está haciendo calor. Uf.
Ayer fui a Rauco, al campo.
Y descubrí mi lugar favorito de todo el mundo.
Es un bosque de eucaliptos, en medio de un campo verde verde.
El viento se cuela por las hojas y llega hasta mi medio perfumado por ese olor exquisito del árbol grande, robusto.
La luz del sol se colaba también por las ramas y descansaba en el verde de las malezas que crecen en el suelo. Todas verdes.
Todo en silencio y el sol en mi cara y las ramas aplaudiendo y el cielo tan azul y un avion y una vaca y el pasto y los tréboles de corazón.
El verano es rico cuando se puede descansar bajo un árbol, a la sombra de un cerezo en flor.
Nunca había visto un cerezo en flor y ahora hasta tengo una foto bajo ese árbol.
Tenderse en una mantita.
Reírse.
Dormir.
Enamorarse.

Se siente diferente la primavera con el amor.

El trabajo. Bien.
Para el concurso de cuentos escribí una linda canción con las letras del alfabeto. Cada letra es un niño. Dibuje 27 niños y descubrí que dibujo de lo más bien. Cada niño con su historia y todos los niños una gran historia.
Leo me ayuda montones. Me hace porras.
El jueves terminé todos los dibujos. Y pude descansar. Ahora viene el trabajo de diseño y maquetación y luego enviarlo.
Es un gran concurso porque, más allá del gran primer premio, las menciones honrosas también son publicadas, respetando los derechos de autor. Y se publican an varios países de Latinoamérica.
Por este sol sería super ganar.

Y.
Sería.
Tengo que seguir.

Otra cosa me da vueltas en la cabeza.
Y mi bosque está esperando por mi.

jueves, octubre 12, 2006

La Geometría del Color


Divide el ojo.


Mirando estas baldosas. Quieta. El sol entra. Por un costado perfectamente cortado y la sombra se equilibra.

miércoles, octubre 11, 2006

Hojas de Parra y cosas Varias

Desde que tengo uso de razón, cuando los parrones se ponen verdes, llenos de hojas, simbolizan para mi la llegada del verano. Del sol. De tardes frescas, de uvas, frutas, sombra, patas peladas, chalitas, insectos que zumban con flojera en el oído.
Las Hojas de Parra son la señal de MI verano.
Y el parrón de mi casa está lleno de ellas.
Me di cuenta antes de ayer y desde ese día mi espíritu se enfrenta de manera diferente a los árboles. Los miro a todos para ver en qué parte de su floración están y la verdad todos dejaron sus brotes para vestirse de hojitas y nuevas ramas. Una renovación fascinante.

He estado haciendo trabajos varios. Uno de ellos es la página web de mi hermano. Ha sido una verdadera prueba porque he tenido que retomar el programita aquel de dreamweaver y la verdad es que es complejo. No su utilización sino que la manera en que hay que utilizarlo. Con mucho método. Nunca he tenido método pero me di cuenta que estaba albergada en mi una especie de tenacidad, vehemencia o llamémosla también porfía. Lo que hace que las cosas no se me escapen porque NO DEJO que se me escapen.
Esa porfía en todo orden de cosas. Claro que en Dreamweaver me sirve más.
La cosa es que está quedando linda (la web de mi hermano) y necesita más cosas que no sé muy bien cómo hacer (wordpress por ejemplo) pero que de seguro lo lograré. Siento que todo se puede lograr. Hasta levitar.

Además, he estado escribiendo montones. Tengo dos libros ya a medio camino. Uno es para un concurso en Ecuador y el otro para la editorial que quiera ofrecerme un contrato no suculento pero si justo. Si no, ya tendré mi propia editorial y publicaré hasta que me de hipo.
Una de las historias es sobre las onomatopeyas. Me gustan las onomatopeyas. Son el lenguaje más universal que existe, aunque no sean las mismas onomatopeyas en todos los idiomas. Cuando me refiero a universal quiero decir que es la manifestación sonora más básica, simple, pura y que no requiere de nada más que el sonido. A veces el lenguaje hablado deja de ser universal cuando los códigos pasan a ser sociales: modos de hablar, entonación, nuevas palabras, etc.
Miau, Miaou, Meow= gato, NO RAZA de gato.
Leo me ha dicho que mi onomatopeya es TRALALÁ. Que lindo eres.

El viernes parto a Curicó. Ya extraño mucho a Leo, la feria enorme que no cierra nunca, el Cerro Condell que debe estar más verde que nunca, la plaza linda con el árbol milenario indú. Estar con él, hacer leseras y pizza y todas esas cosas que hacen que la vida sea más placentera, divertida y acompañada.
Eso de echar de menos es una cosa muy jevy. Es como estar con esa persona pero no tenerla. Porque echar de menos es eso. La persona está en uno pero no. Y se produce una especie de cojera, un suspiro. Y cuando esa persona te llama, o aparece en msn, o te manda un mensaje como que ese suspiro se suelta. Y cuando, definitivamente, ves de nuevo a esa persona, el suspiro no solo se suelta sino que todo el cuerpo reacciona.
A Leonidas lo echo de menos porque me pasa todo eso que acabo de decir.

Además, como un bicho en mi, las ganas de salir me tienen como león enjaulado. Aunque han sido unos días bacanes en Santiago. He visto a casi todas mis amigas, salí con mis dos hermanos, m enfermé, he regaloneado con Yoni y Chabe (mis padres), hice trámites importantes, fui al doctor, fui a un Worksshop con unos daneses muy interesante, fui al museo, comí helados del Emporio, caminé por el centro. Me falta ir al cine y ver a Pili y a Pantoja.

Sobre el workshop. Unos daneses que tienen una editorial vinieron a Chile, en el marco del Laboratorio Internacional "Creando lectores" que fue el 3, 4 y 5 de octubre, a enseñar el modo más famosos que existe en Dinamarca en composición de libros infantiles para primeros lectores. El workshop estuvo bacán. Hicimos 4 colecciones de 5 libros cada una, las mostramos en el Centro de Extensión de la Católica, el público pedía a gritos ¡¡¡PUBLIQUEN ESOS LIBROS!!!. Algunos editores miraron para el lado, otros se hicieron los interesados. En fin. Lo más importante: aprender, conocer gente chori y conocer, además, a una profesora de una escuela rural en Colchagua, que viajó hasta Santiago para conocer sobre el trabajo de los daneses. La profesora me contó a mi y a Leslie, otra escritora-ilustradora, que en su pequeña escuela no hay biblioteca y que los niños están ávidos por aprender y crear. Que se demoran 1 hora caminando para llegar a su escuelita.
Leslie y yo le regalamos libros. Ella los suyos, yo "Bigotes" (el mío) y la profesora estaba muy agradecida. Nos invitó a Colchagua, sonreía con una sonrisa tan verdadera. Su felicidad era tan cierta. De repente no la vimos más y apareció con unos regalos. La profesora de la humilde escuelita de Colchagua nos regaló unas libretitas de apuntes. A mi el corazón se me apretó de la emoción. Hay veces en que la gente sorprende. La sinceridad emociona.
Iremos a Colchagua a hacer un taller y haremos libritos con los niños.
De eso se trata también: de DAR, COMPARTIR, INTERCAMBIAR.

Y logré cambiar el banner de mi blog. Sé que la foto está pixelada pero ustedes no saben lo que se siente leer HTML, entenderlo y manipularlo.

Cambio y fuera.

jueves, octubre 05, 2006

L'AMOR

El AMOR es un tema. (incluye el DESAMOR)
De libros, canciones, noticias, asesinatos, victorias.
Moviliza el mundo.
Genera historias. Diferentes y Particulares.
Por eso, si quieres participar en un proyecto secreto, divertido y muy pero muy amoroso, escribe sobre el amor: tu historia de amor, frases sobre el amor, declaraciones de amor, reclamos de amor,recomienda canciones de amor, lo que quieras sobre el AMOR y el DESAMOR
El final de todo esto es algo muy lleno de amor.

Escribe a:

blogelamor@gmail.com


Visita: www.jaleacolorada.blogspot.com

martes, octubre 03, 2006

Manquepillán

Mi distinguida amiga Elena Pantoja organizó un encuentro de poetisas mapuches. Hoy y ayer, en el Centro Cultural de España, 7 mujeres chilenas leyeron sus poemas casi como cantándolos.
Fue un encuentro muy bonito y potente.
Los poemas hablan de la naturaleza. La conexión de los mapuches con ella es muy grande, íntima y necesaria. Me preguntaba ¿Qué pasó que perdimos eso? Quizás seríamos un poco diferentes si no hubiésemos renegado de nuestras raíces indígenas.
También pensaba cuán fuerte y violenta tiene que haber sido la entrada del español al Chile indígena para que exista tanta pero tanta diferencia entre el castellano y el mapudungún.
Un detalle tan concreto: la "W".

Bueno, este poema es de Faumelisa Manquepillán y cuando lo leyó todo el auditorio estaba en completo silencio, con el aire contenido, los pelos de punta. Su recitación fue tan profunda que luego ni siquiera pudimos aplaudir. Tuvimos todos que tomar aire y volver a poner los pies en la tierra.

Esta antología se llama "Hilando la memoria" y es de la Editorial Cuarto Propio.

HOMBRE HECHO DE TRIGO
Hombre hecho de trigo
Dejo mi alma en tu cuerpo
Eres flecha en mi pecho
Río claro en mi vientre
Brisa suave en verano
Frío hiriente en invierno
Sabe a humo tu boca
Yo te bebo y te bebo
Beso eterno y caliente
Vibraciones de sangre
Un volcán abrazando
Beso a beso meciendo
Ola a ola alcanzando
Cóncavo es mi deseo
Tu convexo y ardiente
Palpitante ceguera
Como brote naciente
Tierra y mar se asemejan
Playa arena abrazados
Nuestros cuerpos desnudos
Alga y roca cansados
Infinitos momentos
Humedad perfumada
Que parece venir
De hondor de la tierra
Entre flores trenzada
Fértil fruto y semilla
Hombre hecho de trigo
Con vigor de agua y tierra
Que despierta o dormida
Siempre sueño contigo
Hombre senda segura
Yo conozco tus pasos
Si tan sólo en pensarlos
Se contrae mi centro
Si no estás yo te invento
Y de seguro te cuajas
Tu silueta tu sombra
Tu tibieza me abraza
Que me quemo en tu flama
Y tu caudal me arrebata
A flotar en tu nube
O a morir en tu cama
Como ciega recorro
De tu pelo a tus plantas
Y es dulce dolor
Que entre el éxtasis danza
Un gemido un suspiro
Es un gajo de amor
Hombre brote de trigo
Hombre fruto y semilla
Déjame ser tu tierra
Tú serás mi gavilla.

domingo, octubre 01, 2006

Kioto

En el libro “Kioto”, Yasunari Kawabata relaciona, durante toda la obra, a la naturaleza con los modos de vida y de ser de las personas. Los encuentros y los desencuentros se producen en jardines, montañas, con lluvia, con sol. La descripción de la naturaleza es tan detallada que no puede separarse de la historia personal de casa personaje.
Chieko, el personaje principal de “Kioto”, es una jovencita muy sensible frente a la naturaleza y reflexiona sobre el ser humano a través de ella. Compara los estados de animo con la floración de ciertos árboles, el regocijo o la pena van de la mano con las estaciones del año. Y, por sobre todo, con el crecimiento de las plantas y su ciclo infinito.
El libro comienza cuando Chieko observa un viejo arce y las violetas que crecieron entre unas hendiduras del tronco. Unas violetas que nadie sembró, que nacieron del milagro de la vida, iluminando un trozo del gran arce. Coloreando por un instante la vista de quién las descubra. Chieko reflexiona sobre ellas.
“Aquellas dos matas de violetas habían estado ahí siempre, que Chieko recordara. Estaban separadas cosa de un palmo. Cuando Chieko creció comenzó a pensar: “¿Y si pudieran encontrarse las violetas? ¿Se conocerán? Pero ¿qué significado puede tener, para unas violetas encontrarse y conocerse”

Luego, esas violetas tomarán un significado muy importante en relación a la historia. En el libro “Kioto” las flores, las plantas y las hojas son muy importantes.

El miércoles, en la mañana, me senté en el pasto. Villarrica amaneció despejada e iluminada por un sol cálido. Ninguna nube en el cielo celeste, infinito.
Acostada en el pasto comencé a percibir qué sonidos me acompañaban. Enumeré: un pájaro, un insecto volando, las olas suaves del lago, alguien martillando a lo lejos, mi mano rozando el pasto. Nada más.
Y pensé. Al igual que en el libro Kioto, la naturaleza simboliza lo que ocurre en mi vida. Quizás, sin darnos cuenta, el entorno en el que vivimos se relaciona abiertamente con cómo nos encontramos espiritualmente, o con qué queremos en ese minuto de la vida.
Con los ojos cerrados y sintiendo el delicioso calor del sol, sólo con los ruidos de la naturaleza, descubrí que este minuto es así. Que la naturaleza está hablando por mi, sobre lo que soy y lo que quiero.
La naturaleza está ahí porque yo la necesito, porque mi espíritu se siente cómodo en ella.
¿Verdaderamente elegimos lo que queremos vivir?
Tengo un amigo que me dice que no. Que uno tiene que hacer lo que DEBE no lo que QUIERE.
¿Verdaderamente elegimos quién queremos ser?
Yo estoy segura que si.
Las preguntas y las respuestas infinitas se desenredan en la palma de las manos.