enough

Dos hermosos libros partieron a Madrid, España, el 15 de febrero.
Dos historias contadas y dibujadas con amor.
Partieron del correo de Curicó directo a la ciudad ibérica.
Partieron con ilusión.

Trabajar juntos es una de las mejores cosas que existen en este minuto.
Es decir, compartir una idea, un punto de vista, una ilusión
un proyecto.
Se agranda el mundo, se amplia la noción de las cosas.
Porque se comparte.
Sin ambiciones.
Se comparte. No se ambiciona.
Y se hace con gusto.
Esos dos libros que partieron a España van cargados con tanta vida.
Horas de lápices de colores y canciones de rock.
Y otras pop.
En fin.

Barrabás se llama el increíble relato del premio Nobel Par Lagerkvist, escritor sueco que narra con maestría la experiencia de vida de Barrabás luego de haber sido liberado en lugar de Jesús. Haya o no existido Barrabás o Jesús, creo no haber leído nunca un relato que no se centrara en Jesús, en María o en María Magdalena ni en los apóstoles.
Este relato está dedicado completamente a Barrabás y su pugna existencial luego de ser testigo de la crucificción y de la revolución cristiana en torno a la figura de Jesús.
Partes del libro me erizaron los pelos.
Cómo alguien puede narrar, percibir, sensibilizarse tanto con la humanidad de otro.


La vida transcurre con calma, con sorpresas, con amor.
El trabajo se hace con orgullo y felicidad
y se buscan nuevas maneras de crear.
Hay muchas ideas en la cabeza. Hay mucha energía en el corazón.
Tengo fe. No la he perdido.
Tengo fe en las personas también
y eso me regocija.
Porque si tengo fe en ti es porque también tengo fe en mi.
Tener fe es creer en el otro y en ese otro conmigo.
La fe es una relación íntima.
Se que este año será y estará repleto de cosas, casos, cosos.
Y que está en nuestras manos.
No pierdas la fe, digo a veces.

El jueves me voy a ver el mar.
Eso es, para mi, suficiente.