Nublado y sol.
Así estuvo el Día 27.
Partió, obviamente, con piña.
Y terminó, por esas cosas de la vida, con agua.
Puedo decir que escribí un cuento que se llama Syd Sacapasas inspirado en mi. Y en todas las personas que no se comen las pasas y sólo se comen el maní, las almendras y las nueces. Es curioso porque son muchas las personas que odian las pasas.
A mi, particularmente, me parecen muertas. Por eso no las puedo comer. Porque están demasiado muertas.
Y su consistencia es de algo muerto. Ni blando ni duro, difícil de masticar. No, no me gustan.
Pero A Syd si. Lo que pasa es que a su amigo Comepasas le gustan más. Y cuando come puede soñar con cosas que sólo ha visto en sueños. Cosas maravillosas como la cáscara de sandía.
Me gustaría ilustrarlo a mi. Voy a hacer el intento porque tengo demasiadas ganas de hacer monos chinos. Como les llamo yo a los dibujos chuecos que suelo hacer en el borde de los cuadernos o cuando espero que el doctor me llame.
En este Día 27 me di cuenta de algo muy importante. Y es que la persona que realmente me ame tiene que estar a mi lado. Y la persona que verdaderamente no me ama tiene que estar lejos. Parece una ecuación simple pero en la situación en la que me encuentro tengo que sacarla con cuidado, sin equivocar ningun elemento, recordar eso de que + por + es más y + por - es menos y - por - es más.
Suelo equivocarme a veces y el mundo se desordena un poco.
Pero comprender y exigir presencia es lo mínimo. El resto son puras habladurías que me embolinan la perdiz.
Importante reflexión para dejar sino tranquilo por lo menos contento a mi corazón.
Eso lo comprendí después de estar con mi sic. que me dice tan bien las cosas. Y tiene una linda sonrisa además.
Por la noche me junté con Elena Pantoja. Siempre planeábamos citas y nunca resultaban. Y ayer no planeamos nada y nos encontramos tomando un sour y hablando de cosas que yo no sabía. Cosas de ella, por cierto. Ahora sé un poco más de la Señorita Pantoja. Estoy un poquito más cerca.
Cuando nos íbamos el barman del Galindo me ofrece otro sour de regalo. Mish. Y le pedí que me lo guardara para cuando volviera porque de verdad me tenía que ir.
Voy hace años al Galindo y es primera vez que me ofrecen algo. Está bien pienso yo po.
Caminamos hasta el Living, en el Cine Arte Alameda, porque tocaban Los Muebles. Banda compuesta por 3 muebles, obviamente. Según me enteré: una mesa de centro, un sofá y un diván. Carrasco, Barcaza y Bianchi, respectivamente.
Iba yo sin ningún tipo de opinión, sólo movida por la curiosidad y porque conozco a Julio Carrasco.
Y debo decir que ahora soy medio fan de Los Muebles. Tienen sólo 3 temas buenísimos, de letras atractivas, originales. E instrumentalmente suenan muy bien. Suenan vía MP3 pero suenan. Y en cedé deben sonar igual que en vivo, eso es lo mejor.
Estrenaron tema nuevo (hay que entender entonces que antes sus recitales se limitaban a 2 temas)llamado Elena (no sé si es con h o sin h), un hit de esos con estribillo pegajoso. Todos terminamos coreando y exigiendo el retorno de los artistas al escenario. Y tocaron sus tres temas de nuevo. Con un invitado especial. Joaquín Prieto, quien tocó la batería sino magistralmente por lo menos con ternura.
Me reí. Lo pasé bien.
Y los contraté para mi despedida. Así que tendré a Los Muebles. Dedicándome las canciones a mi. Ah, y me dijeron que quizás para esa ocasión ya tendrían un cuarto tema.
Uf.
Emocionante.
Joaquín se va el 1 de septiembre y vuelve el 22, justo cuando yo me voy. Así que ayer fue la última vez que lo vi. Hasta quizás cuando.
SUERTE NOS DESEAMOS
Suerte. Yo creo que no hay que desear suerte porque es tan azarosa. Es decir uno se saca el Kino porque tiene suerte. Y no me tinca aplicar la suerte a mi vida porque las cosas que haga dependen de mi no de la suerte.
¿Qué podemos desearle al otro entonces?
Fuerza, Voluntad, Coraje. Felicidad.
En fin.
Después tomé un taxi y el taxista me coqueteó descaradamente. Me empezó a contar que escribía cuentos. Y que si un día nos podríamos juntar para que le ayudara a corregirlos.
Lo siento. No tengo mucho tiempo la verdad.
Y eso.
Me acosté y tomé un vaso de agua gigante. Y escuche un disco de Bjork que hace mucho no escuchaba: Homogenic. Que lindo disco.
ALL IS FULL OF LOVE
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