DIA 14

Lluvia. Furiosa.
En casa preparándome para salir y comienzan a caer granizos.
Y luego una lluvia tan mojada que debo pensar hasta 10 para tomar el paraguas y atreverme a asomar la nariz a la calle.
Y salgo.
Siempre he dicho que la lluvia no es ningún impedimento para mi.
Y en la calle el caos.
La gente corriendo, escondiéndose en los negocios, atravesando la calle como loca.
Subiéndose a las micros empapada.
Hechando chistes.
El micrero preguntándonos a todos los pasajeros si nos esperábamos algo así.
Y la gente contestando y dando ideas. Y que ojalá pal 18 no pase nada.
Y es que este invierno ha sido porfiado y tenga cuidado al bajar.
El micrero conversa con los pasajeros y viceversa. Y hace chistes y nos reímos.
Sentí una libertad enorme. Sentí que, finalmente, el trabajo hay que vivirlo además de hacerlo.
Y más allá de lo particular que sea el sistema colectivo chileno, es agradable que se pueda cruzar la línea y entablar relaciones humanas. Hasta en la micro.
El chofer abre la ventanilla y conversa con su colega. Oye, cómo te anda el motor. Y risas.
Eso es vivir además de trabajar.
Y me iba riendo en la micro.
De repente se sube un señor regordete lleno de bolsas con verduras. Y en voz alta dice "Está la cagá, quedó la cagá". Y murmulla algo que no alcanzo a descifrar mientras se seca con un pañuelo los pocos pelos que le quedan en la cabeza.
Y esa tremenda y sorpresiva lluvia nos unió por un momento. En una complicidad deliciosa. Porque todos en esa micro preferimos que llueva ahora y no para el 18. Porque todos en esa micro sabemos qué significa el 18.

Todo lo demás no se compara a lo que pasó en esa micro. Trámites en el centro. De vuelta a casa.
Cazuelita.
Cama hasta la mañana de hoy.
Placer, es cierto. Enorme placer de acostarse temprano a leer un buen libro.
Calientita, regalona, acurrucada.
DÍA 14 lento, suave. Llegando de a poco al comienzo del Año 0.

Hoy cumpleaños de mi adorada FEÑI.
La celebro desde los 13
y hoy cumple 29.
Te amo Feñi. Con todo lo que tengo y no.