sábado, noviembre 26, 2005

Blancoeur (blancorazón)


Nunca había visto caer la nieve.
Había visto la nieve en las montañas, en el volcán Villarrica, en mis sueños.
Pero ver CAER la nieve, jamás de jamases.
Hasta hoy.
Aquí, en la región parisina el frío convirtió el agua en hielo y lo tiró suavemente a las cabezas, los techos, las copas de los árboles, las calles.
M.a.r.a.v.i.l.l.o.s.o
Salí con mis implementos anti frío, sin importarme nada. Con mi cámara y una sonrisa que no me la podía. Esto de las calles europeas nevadas era sólo una fantasía, una bella y delicada ilustración de algún libro para niños.
Y hoy se materializó. Es muy extraño que algo se llene de blanco, porque la nieve es tan blanca que lo inunda todo, lo tapa con una capa de melancolía, de tristeza y de mudez extraordinarias.
Después de la nieve...el silencio. Visual, sonoro.
Pero inevitablemente bello.
Entonces:
En el supermercado compré un trozote de zapallo dulce y una enormes zanahorias.
En la boulangerie un largo y crujiente baguet.
En la olla puse agua y las cosas partidas.
En la juguera puse las cosas partidas y cocidas agregando leche.
En la olla puse de nuevo las cosas partidas y cocidas, pero molidas.
Agregué pimienta y sal.
Y el enorme plato de crema de zapallo y zanahorias, con un suculento trozo de pan y queso camembert encima.
Mientras por la ventana observaba el hielito caer, como pelusitas de algodón.
Y el árbol se abrazaba feliz a este frío y yo sentí, por primera vez en mi vida, que pasar un invierno tan frío y tan lejos tiene algo muy bueno, que es que nunca más lo viviré y por eso lo tengo que vivir así. Tan pero tan calientito.

2 comentarios:

MyM dijo...

Acá ya tienen puesta la decoración de Navidad, pero hay como 29º
Prefiero la nieve
a una Navidad con piscina

Cariños
XOXO

Anónimo dijo...

Lo de preferir o escojer no tiene sentido frente a la naturaleza. Que pase lo que tenga que pasar y que nos pille desprevenidos!

Saludos Cagola y disfruta del merengue.