martes, noviembre 29, 2005

Legolandia


Me compré una agenda 2006.
Lo que significa que el año ya se acaba.
El tiempo ha pasado rápido.
Pero siento que cada día ha estado marcadísimo en mi cuerpo.
Debe ser porque cada día me recuerda dónde SI estoy y dónde NO estoy.
Es como una hiperconciencia de los sucesos.
Siento que mi vida es un gran lego. No digo que mi vida sea un juego.
Digo que es como un lego porque cada día voy colocando piezas de diferentes colores, unas sobre otras. A veces al azar, otras más pensadas.
Pero voy armando una especie de planeta multiforme con las piezas de mi legovida.
Nunca desarmo eso si. No es una regla, sino que más bien una actitud.
Me gusta esta especie de Legovida porque me divierte armarla, porque todos los días puedo formar cosas diferentes, porque invito a amigos a armar conmigo para arriba, para los lados, para todos lados.
Es chori. Y sorpresiva. No aspiro a construir un Tiranosaurio Rex, ni un Quijote con su Sancho.
Quiero divertirme, mezclar, descubrir, intuir.
Tengo demasiadas piezas.
Muchas.
Tantas que a veces las comparto y no importa si no me las devuelven porque se que en Legolandia las piezas nunca van a faltar, si no están se reutilizan las que se creían gastadas. Uno nunca sabe el nuevo brillo que se les puede dar.
Que entretenido.
Armar y nunca desarmar.
Todos los días una nueva pieza que acomodar.

Con Jovy Rhein Jovy Rhein
todo me sale y me sale bien.

Foto: gracias pece
www.flickr.com/photos/supersentido

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siiiii.
Pero cachai que justo aveces quedan espacios para que calce una pieza especial y esos lego especiales son de los que menos hay. Aveces hay que esperar que te los regalen y cuando ya los tienes y los acomodas, tu escultura de legos toma forma.