Mi

Soy Miss Simpatía y Miss Chucky.
La Tía Tute y Pucca Saltarina.
A veces odio, más amo.
Soy muchas cosas. No una loca esquizofrénica.
Sólo que tengo muchas cosas que componen lo que soy en mi totalidad.
Cosas bellas y cosas feas.
Cosas que conozco muy bien y otras que cubro con ropas de colores, brillitos, lip gloss y olor a vainilla.
Mis cosas que han ido creciendo conmigo a punta de carreteras caminadas a oscuras, vasos de cerveza dados vuelta en un lindo tapiz, fotos, muchas fotos de colores y de bordecitos recortados a mano.
Mis cosas queridas.
¿Quién sería si no las tuviera?.
Seguramente la que fui un par de veces cuando se me perdieron por un tiempo. Cuando se quedaron metidas en una caja de Super Ocho.
Estancadas, congeladas.
Pero tengo todas esas cosas. Y más todavía. Que he ido desempolvando acá, en esta lejanía tan indefinible, tan torpe a veces.
Los días que más lloro son aquellos cuando siento que me pierdo de nuevo. Cuando siento que mis cosas vuelven a quedarse calladitas.
Y no quiero silenciarlas nunca más. Al contrario, quiero que suenen como la mejor de todas las nuevas músicas que descubro a diario.
Que brillen y se vistan de ropas lindas, cómodas, propias.
Que se pinten los labios y se enrulen los rulos mirando el río, la calle, los ojos chinos, oscuros, negros y verdes del mundo.
Mis cosas.
Mi simpatía y mi odiosidad extrema.
Mi sonrisa y mi ceño fruncido.
Mi calma. Mi ansia.
Los ojos que se abren y se cierran porque a veces no soportan. Ni la dicha ni el dolor.
Pero que sería, repito, sin estas cosas que soy como un origami que se arma de a poquito y que necesita de cada pliegue para llegar al otro y al otro y a la forma final.
Que será sólo al final.
O que es al final de cada día.

Y heme aquí hoy.
Cantando con las alumnas "Andar Conmigo" de la Julieta Venegas.
Y el sol que entraba por la ventana y ellas tralala tralala. Sonreían.
Y yo las miraba.
Y Cantábamos todas.

Y heme aquí hoy.
Tomando un chocolate caliente en el andén, esperando el tren.
Escuchando la maravillosa "Tears Coming Home" de mi nuevo favorito
Sebastien Schuller.
Y el viento heladísimo y mi lengua chocolatada.

Y heme aquí hoy.
Viendo una película donde salía Valparaíso.
Y yo con el corazón encogido porque Valparaíso fue uno de los escalones antes de llegar acá.
Y el recuerdo maravilloso del mar de sonrisas del Pacífico corazón tuyo.

Y heme aquí hoy.
Comprando en el supermercado guindas y duraznos pelados
que vienen de Chile hasta Corbeil para alimentarme y alimentar la alegría.
Y comiendo en la calle las cerezas.

Y heme aquí hoy.
De noche y papas a la crema.
De pijama, cansada, alegre, mi té de frambuesa, mi música, mis calcetines rayados, un espejo que me devuelve a
Miss Simpatía y Miss Chucky. A la Tía Tute y a Pucca Saltarina.
A todas las cosas.
Pero a una sola.
A mi.