jueves, diciembre 01, 2005

pantys y otros cahuines

De nuevo a París. Me encanta, lo reconozco.
Pero hoy si que fue día de regalos, como todos los principios de mes.
Después de clases tome el tren hasta Saint Michel y de ahí rumbo a Forum Les Halles, algo así como un Eurocentro con tiendas y cosas chorifláis.
Y ahí me encontré con la tienda de pantys bellas, made in England en miles de diseños.
Gatos, bichos, mariposas, comics, bocas, círculos.
Me compré de mariposas y de comics. Lo que no quiere decir que no tendré las otras porque de acá no me voy sin todas las pantys bellas para mi y mis amigas.
Regalo número 1.
Después caminé 8 pasos y llegué a H&M.
Y bue...qué decir. Nada po, que me regalé cosas lindas con las que me veo bastante guapa debo reconocer.
H&M es un peligro para mi. Debo decidir incluso no pasar cerca de uno porque sé que mi bolsillo corre peligro. Pero como trabajo duro todos los días, pues paso no más y salgo siempre con algo muy lindo y muy mío.
Hoy, bermuditas negros, polera a rayas, camiseta ploma, bufanda roja, chapes de colores.
Regalo número 2.
Tralala Tralala justo justo al frente de H&M un FNAC me guiña el ojo. Y pues entro y se abre este enorme supermercado de la información, de la música, de los libros, de las cosas buenas de ciertos espacios de la vida.
Lo que tiene la FNAC es que hay de todo. Para todos los gustos. Así como tiene el último cedé de Robie Williams también tiene un espacio de sellos independientes estupendo. Y vaya que estupendo. Montones de sellos desconocidos y con la posibilidad de escucharlos todos para que el cliente eliga bien y eliga seguro.
Pues en un minuto tenía 4 discos en la mano y tuve que decidir por uno, pero quedaron en la lista tres sellos independientes con música para deleitarme a cada rato.
Elegí a Animal Collective porque cuando lo escuché me gustó altiro, la caratula es bella y el sello se llama Fat Cat Records.
Huí de FNAC antes de quedarme a dormir ahí, junto con los libros de diseño y los discos de Bowie.
Regalo número 3.
A esas alturas de verdad ya estaba más que feliz con mis regalos, con París y con el cansancio de dejarse llevar por lo que presenta la vida.
Así que mejor tomé el tren rumbo a Corbeil.
Llegué a casa y me comí unas frescas mandarinas.
Un yogurt.
Me puse pijama.
Chateo con Loyola.
La noche es calma.
El frío está afuera porque acá, en mi cama, soy una bolita de calor.

HOY COMPRÉ MIS PASAJES PARA BRUSELAS EL 19 DE DICIEMBRE PARTO HACIA LA GUINDA

1 comentario:

Leonidas Loyola V. dijo...

chateo con loyola.
esa parte me gusto.
besos. yo