miércoles, diciembre 14, 2005

Pm


Vaya día.
A ver.
La Reunión estuvo de verdad estupenda.
La Joie par les Livres es un centro de Documentación impresionante, abierto gratuitamente a todo público. Posee una colección enorme, internacional, literaria y teórica disponible para todo el que quiera. Sólo se debe entrar al lugar, llenar un formulario y dan una tarjeta que permite pasar horas revolviendo los estantes, consultar el catálogo en línea y disfrutar de las actividades, previa inscripción, que se organizan ahí.
Bueno, llegué antes. Mucho antes.
Así que me quedé un rato afuerita disfrutando de un
Crêpe con Nutella calientito. No estaba tan rico como los que venden en la Rue Rambuteau, cerca del Pompidou. Pero estaba calientito y se puso a llover mientras le pegaba el primer mordisco, así que de todas maneras fue placentero.
Luego de zamparme el crêpe, entre a las oficinas de la JPLL (la joie) y mientras esperaba a Nàthalie Beau me inscribí en la biblioteca y miré un poco la colección. Había un ejemplar del Japón, marvillosamente ilustrado. Otro de Rusia. Otro de Palestina. ¡¡¡Sólo uno de Chile!!! Me dio penita. Porque pensé que igual Chile tiene una tradición infantil importante y que de seguro ahí hace falta la mano de una persona que los asesore sobre lo que deben tener en su lindo centro de documentación sobre Chile. Trataré de hacer lo posible.
Bueno.
Amorosa Nàthalie. Una señora de 50 años creo yo. Cálida y Risueña.
Muy interesada en que aproveche al máximo mi práctica en la JPLL. Que se genere de verdad un intercambio no sólo profesional sino que también cultural.
Y yo feliz, po.
Y bueno. Conversamos de muchas cosas. De cuál sería mi especialización. Que será lo que acá se llaman "Albúmes", libros para niños en su mayor parte ilustrados. Con menos texto y más dibujo.
Debo:
Revisar las novedades.
Analizarlos.
Escribir una reseña.
Que será publicada en el catálogo oficial.
WOW.
Tener la posibilidad de revisar todas las novedades del mercado infantil francés. Que confíen en mi criterio y , más encima, reseñar.
Estoy tan emocionada y tan orgullosa de mi que no tengo palabras.
WOW...eso puedo decir.

Y con fecha y todo el asunto.
El 4 de enero de 2006 tengo que estar a las 10 de la mañana en
25 Boulevard de Starsbourg 75010 París.

Y desde ese miércoles, todos los miércoles hasta que deje estas tierra galas que tanta felicidad me han dado hasta este momento.

Salí dichosa. Emocionada. Tomé el metro en Chateau d' Eau.
Me bajé en Les Halles.
Entré a la FNAC.
Me regalé 3 discos.

Tomé el tren de regreso. Cansada. Estaba ya oscuro. Y toda la gente de todos colores y tamaños parecía estar más iluminada. Debe ser la vida. La historia de cada uno que pesa, que vive y se refleja cuando otro ser humano lo mira.
Camino al depto el Conservatorio de Música se marcaba en la oscura noche. Neonizada Navidad.
Al llegar a casa Hanane me dice que la guagua que espera es una niña.
Tal como lo pronostiqué hace 2 meses, cuando llegué a este depto marroquí.
Y Hanane ni tenía panza.
Ni yo hablaba tan bien el francés.
Y ahora, dos meses después, con Hanane panzona y yo parlanchina
sé de otra mujercita que viene al mundo.
Que se regocijará con las melodías, los sabores, los colores.
Los pájaros y las hojas cayendo.
Un mundo enorme para su diminuta existencia.
Y al otro lado estaré yo
acordándome que pronostiqué su ser femenino
que la vi de días de nacida
y que todo es un gran remolino cruzado por otro.

Aurevoir Mecredi

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