sábado, junio 10, 2006

BR

¡¡Es que cómo puede hacer tanto frío!!
Llevo en mi cuerpo el invierno santiaguino del 2005,
el invierno parisino 2005-2006
y ahora este.
Más que el pálido y casi fluorescente color de mi piel es la necesidad de energía solar lo que me tiene histérica.
Necesito hacer fotosíntesis.
Necesito tener arena entre los dedos, sabor a mar en los hombros, cerrar los ojos y sentir como el sol seca las mil gotitas de agua de mi cuerpo.
Necesito el viento fresco de la costa, las gaviotas celebrando el atardecer, el ruido del mar como latidos de corazón en la palma de la mano.
Necesito la calma de no hacer nada más que dejarse estar en esa placentera hamaca que es el verano.
Pero no.
Este invierno gris está encima mío.
Hoy tipo 6 de la tarde estaba oscureciendo y al fondo del paisaje, hacia la costa, un pedazo de cielo se abría anaranjando los edificios empinados de Avenida Kennedy.
Pero ese pedazo roto de cielo estaba rodeado de las más negras, tristes y apocalípticas nubes invernales
entonces sentí tanta pena.
Me sentí condenada.
Sentí una especie de tristeza vieja.
Como la que sentía cuando era chica y salía del kinesiólogo con las radiografías de mi columna chueca.
Y sentía el cuello del beatle apretando mi garganta y las pantys de lana arrugadas en los tobillos.
Esa misma pena sentí hoy.
Algo así como una desesperanza.
Es que el invierno me pone torpe y refunfuñona.
Me han pasado cosas buenas de las que no quiero hablar porque este posteo es antipático.
Ando malhumorada.
Yo sé por qué.
Y más me malhumoro.
Siento que debo hacer algo pero esta mierda de frío congela mis neuronas.
Mis manos y mis pies.
Dormir sola en el invierno es definitivamente lo peor.
Creo que tengo que ir a buscar a mi gato de una buena vez.
O agarrar mi mochila y tomar un bus.
O dejar de pensar y actuar.
Hoy, en el día más frío de la vida, renuncio

3 comentarios:

Gabriela dijo...

BR.
Vamos, ánimo, veame a mí, sabe que podría ser peor, a mi me queda por aguantar otro de "esos" antes de la Hamaca.

Saludos,

Cuentame si hay novedades de Bianca

Pilar Navarrete Michelini dijo...

No tralalá!!! No renuncies!
Si no hay guatero, se mueve el esqueleto. Hay buses que tomar. Hay viajes por hacer. Y ya será época de fotosíntesis! Ante la impacienca, mejor piensa que por suerte el mal humor rima con el frío del invierno, la ropa pesada y los días grises. Yo creo que es peor sentir enojo en primavera, cuando todo parece florecer y el sol empieza a calentar la espalda. Siempre he pensado que en el invierno como que todo el mundo acepta más el malhumor. Como que se justifica con el frío y por eso pasa más piola. Aunque por lo mismo, no me gusta el invierno. Me carga el frío. Debe ser porque nací en primavera y soy escorpión. Por eso, yo me sumo con otra hamaca. Habrá lluvia de sol, poca ropa, patitas en el agua y muuucha, mucha arena. Obviamente, si no decides renunciar.

elena dijo...

tápate con diario