sábado, noviembre 04, 2006

Las Frutillas


Encontrar, de repente, frutillas en el suelo es algo que no pasa todos los días.
Una puede pensar mil posibilidades de por qué esas frutillas están desparramadas en el suelo.
Pero el punto es cuando las cosas se descontextualizan, el efecto que eso produce.
Siempre me ando fijando en eso. En los objetos que están en los lugares menos indicados. Como fuera de sitio.
Por ejemplo, un chupete en el suelo, un zapato en medio de la nieve a orillas de la línea del tren, un koyak roto, flotando en el barro.

Y estas frutillas.

Pero hay algo en esas descontextualizaciones que hace que el objeto se potencie, tome otro valor, se engrandezca en su lado B. Quizás donde no están cumpliendo su función puedo ver lo que verdaderamente son.

¿Pasará lo mismo con las personas?

Ocurre que a veces una se descontextualiza, está en el lugar que no debe estar, haciendo lo que no se debe hacer y, sin embargo, se descubren nuevas formas en la personalidad, en los modos de reaccionar.
No me sucede a menudo, casi nunca. Pero cuando me ocurre, más que sentirme incómoda trato de potenciar, hacer crecer, mezclar todo. Y develar las nuevas formas de ser.

Pasa también en el amor.

Porque el amor es un sitio aparte de todos los sitios en los que nos podemos encontrar. Ergo, podemos ser de muchas maneras cada vez que amamos. No digo ser una loca- cambia- de- personalidad. Digo multiplicarnos.

Las frutillas.


3 comentarios:

palomasuzarte dijo...

guau.
querían escapar, como el poroto coscorrón.
revolucionarias.

Anónimo dijo...

Los objetos y las peronsa se destacan fuera de su contexto, peor tambien pueden reventarse por cualpa de un zapato/persona pajarón.

anelyswolf dijo...

Qué linda imagen...