lunes, noviembre 20, 2006

wWç*_*çWw

Muchas cosas suceden de repente.
Sin darme cuenta cómo, las cosas se sitúan en su lugar.
Dejo que fluyan, no apuro nada.

Nada saco con apurar si la vida se toma su tiempo para manifestarse.

Y claro.

No es que me quede sentada sino que simplemente no desespero.

Y heme aquí ahora:

con las cosas, mis cosas, en el orden que me agrada.

Yo dejo que el corazón palpite. Rápido, lento.
Pero que palpite.

Me voy a mi bosque ahora.

Mi bosque que me dice.
Mi bosque que descubre.

1 comentario:

Unknown dijo...

A paso lento tiene que ser la cosa pues. La desesperación es una puta bastarda. Me acechó alguna vez...
Asado blogger pa los cabros que nos leemos entre nos... Sonó flaite eso pero filo... Más info en mi blog.
Saludos