martes, junio 05, 2012

De las cosas tristes: almorzar frente al computador


Voy a hablar de las cosas tristes, pero seré ordenada  y dedicaré un post por cada cosa triste (si tienes una te invito a que comentes y puedo desarrollar el tema porque cosas tristes y cotidianas hay muchas. Y no hablo de la pobreza y la desigualdad social, sino de cosas simples y tristes del día a día de un humano cualquiera.).
La cosa triste de hoy es almorzar frente al computador. Digo, después de una infancia comiendo en una mesa con mantel, pan, servilletas, jugo, ensalada y radio AM, resumir el instante de alimentarse a un pote plástico mirando una pantalla inerte ciertamente que es triste. Todo como que se va robotizando y un acto tan agradable de compartir como es comer de repente se torna insípido y da lo mismo que la comida sea rica.
Mi teoría es que por esto la cadena Castaño es exitosa; es comida para robots cuyo instante de almuerzo no tiene sentido ni trascendencia. Humanos que han perdido la felicidad de dedicar tiempo a alimentarse y prefieren que sea rápido, indoloro. Entonces las ensaladas insípidas, las empanadas secas, las ensaladas de frutas para astronautas del Castaño aparecen y son devoradas.
Y claro, si el lugar de trabajo no tiene un buen espacio para almorzar sumado a lo costoso del alimento en el sector donde trabajas no queda más que saciar tu hambre devorando el almuerzo que trajiste en un pote de plástico frente a una pantalla que bueno, dentro de todo, entretiene.

En fin, esa es la cosa triste de hoy.

4 comentarios:

-frannerd dijo...

Escribe más.
Hasta tu triste situación está bellamente escrita.

Chepita Monroe dijo...

Si, retomo este blog porque le tengo demasiado afecto como para que esté abandonado. Sobre todo porque me ha acompañado tanto tiempo.
Gracias linda :)

Xavi dijo...

Pienso que tienes mucha razón... Pero también es triste ver comer en una misma mesa a una familia que apenas se dirige la palabra y en la que sólo se oye el ruido de los cubiertos y un televisor que intenta incesantemente(y logra, desgraciadamente) comernos la cabeza. O lo opuesto, ver comer a una familia la cual parece estar inmersa en un concurso sobre "a ver quién grita más y se impone a los demás", convirtiendo ese "momento mágico" en una tortura de estrés y "mala ingestión".

Quizás esos que comen hoy solos, frente a la pantalla de su ordenador, son los que ayer soportaban esas "infumables comidas en familia". Y si las recuerdan, pensarán en la suerte que tienen de comer en esa paz solitaria, mientras aprovechan el tiempo haciendo "sus otras cosas".

Un saludo!.

Unknown dijo...

Puedes hacer de un almuerzo solitario frente al computador, algo divertido compartiendo con tus compañeros de trabajo que también trajeron su almuerzo. Todo depende de la forma como afrontemos las cosas ;)