miércoles, junio 06, 2012

NO HACER NUNCA: googlear síntomas


Cada vez que caigo en la absurda manía de googlear síntomas que me afectan recuerdo porque NO HAY QUE HACERLO NUNCA.
Básicamente porque da lo mismo si pones algo simple en el buscador, siempre saldrá una descripción trágica de alguna enfermedad compleja que de seguro te llevará a la muerte o a la invalidez.
Claro, sé que a veces necesito aclarar un poco lo que me pasa, qué puede ser, a qué doctor debo ir pero inevitablemente caigo en la somatización y la angustia porque Google tiene el poder de agrandar excesivamente todo.
Ahora mismo, comencé buscando una cosa y terminé en un portal de neurología enfrentada a términos que suenan graves y que me asustaron.
A veces creo que esta es una conducta propia de personas urgidas y apuronas que prefieren indagar por su cuenta antes que ir a un doctor que de un diagnóstico más fidedigno que Google.
Nunca voy a olvidar la vez que googleé "fiebre alta sin infección". Y claro, fue una vez que de un día para otro tuve fiebre altísima y todos pensaron que tenía la famosa fiebre porcina. Y no sólo eso, tuve fiebre por ocho días seguidos y no estaba resfriada ni tenía una infección. Pero el señor Google me diagnosticó cáncer y ahí yo ¡paf! caí en la histeria más grande.
La cosa se resolvió dejando de tomar los dos litros de té pu-erh que estaba consumiendo a diario y la fiebre desapareció como llegó: de un día para otro.
¿Habrá sido el té? ¿Google tenía razón?
Como sea, la lección final es NUNCA MÁS googlear síntomas y mejor escuchar al cuerpo y a la mente porque finalmente son estas dos las herramientas más certeras para saber qué y por qué nos suceden ciertas cosas.

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