viernes, agosto 20, 2004

PragaAqui

11 de la mañana en Praga y una suave lluvia cae sobre los techos colorados de la ciudad. Me quedé en el sueño y en el checo que nos regaló un licor de ciruela. Pero me faltaron otras cosas, como por ejemplo el vitral más hermoso que he visto en mi vida y que está en la Catedral de San Vitur y fue diseñado por Alfons Mucha. Perturbador. Los rostros de los personajes envueltos en colores inimaginables. Una belleza y un silencio para ese pedazo de historia. El lunes recorrimos el centro histórico caminando desde donde estamos, calle Belohorska, hasta el centro. Es harta distancia y también hace mucho calor. Las hordas de gente que inunda las calles del centro histórico es sorprendente y un poco triste. Por eso los checos se malhumoran tanto, creo que los entiendo porque, a pesar de ser una turista más, percibo las ansias de estar tranquilos sin que nadie les haga señas para explicarles algo, poder caminar por sus calles sin gente atochada por ver un Atlante, o sólo andar en silencio por su propia ciudad. Bueno, después queda abandonada porque la llegada del invierno es la llegada del frío y de la nieve y a ningún turista le gusta eso.
Quedé asombrada. El puente Karlov es una obra magnífica e imponente, que representa la visión del hombre frente a su ciudad. No construyeron un puente pequeño sino que uno grande, amplio, con entradas de reyes y vista privilegiada para que todos, de alguna forma, sintieran el privilegio de caminar por ahí. Así lo sentí yo al entrar al puente y caminar sobre sus adoquines gastados y mirar y observar las aguas del río Vltava y mirar el cielo y de verdad sentirme un insecto frente a la magnamidad de todo. Ese día tomamos cerveza Granimus que es la más rica junto a la Pilsener Urquell, Rodrigo reconoció la ciudad un poco cambiada pero la misma en el fondo. Se maneja super por las calles y es como si fuera uno más, con él no tengo la sensación de perderme y es porque Rodrigo es un poco chileno checo, y le gusta.
Volvió a las Viejas Cochinas que les dice así no por un asunto de higiene sino porque venden puras cochinadas, onda longanizas, vienesas, croquetas, todo bien frito y bien aceitoso, pero rico. La verdad con el calor no dan muchas ganas de comer, salvo los deliciosos helados de Cream and Dream, una marca de helados artesanales de una familia de italianos, son deliciosos y en el paladar el sabor como que se abre y uno siente el perfume de la fruta por todo el cuerpo.
El martes fuimos al MUSEO MAS GRANDE DEL MUNDO, el Museo Moderno de Praga, que es enorme y lleno, pero lleno de cuadros de todos los artistas que uno se pueda imaginar. Tiene como 6 pisos y todos para algo diferente, y en cada piso hay sillas porque uno camina tanto que ha ratos hay que sentarse para no comenzar a odiar el arte universal y su abundante colección. Toulouse Lautrec, Monet, Degas, Renoir, Chagall, Picasso, VanGogh, Linchstenstain, etc etc etc. Una pequeña muestra de ilustración con grabados en los libros, y arte moderno y objetos como vasos, copas, fuentes de cristal de murano. Uf, al final una muestra de arte africano pero yo estaba con los pies en la mano y la verdad el arte africano no me gusta y chao no más. Pero sin duda lo mejor fue ver trabajos del colectivo Fluxus. Una locura, se autodenominaban Neo Dadas y tenían una maquinita tipo guitarra que uno hacía andar pisando un pedal y sonaba gracias a un pedacito de cuero encima de de las cuerdas. También había páginas del periódico que sacaban y una maleta de juegos llena de cositas para entretenerse. Me gustó. Para que se hagan una idea Yoko Ono perteneció un tiempo a Fluxus.
Nos fuimos. En la casa nos esperaba Jorge con cervezas heladitas.
El miércoles fuimos al Museo de Historia Natural. Bacán. Con una colección de animales disecados, de insectos, mariposas, chimpancés, pájaros, osos, una cabeza de Mamut. Todos esos animales mirando a los ojos y riéndose en silencio de mis caras de asombro. Algunos estaban medio maquillados porque el tiempo los destiñe, así que algunos parecian monos locos pintados con cachetes rosados y manchitas azules. Los pájaros eran cosa aparte. Unas bellezas del porte de mi pulgar, con colores y peinados dignos de estrellas de rock. Una reproducción del pajaro Dodo me hizo pensar que el ser humano está tan cómodo viviendo en este mundo que no se percata de que existe un mundo tan importante como el de él. El pajaro Dodo estaba ahí, y si realmente era así debió haber sido muy amigable y chistoso. Para los que no saben el pájaro Dodo fue extinguido por el hombre de manera brutal y conciente. Por ser una pájaro un poco torpe y bonachón no temía de los humanos y se acercaba a ellos para jugar o simplemente para acompañar. Al parecer los humanos creían que era un rebelde enemigo y los mataban a palos. A palos desapareció y ahora a palos el hombre se castiga por tamaña idiotez.
El pájaro Dodo simboliza eso, la cabeza dura y el salvajismo, la torpeza y la idiotez no del animal, sino que del hombre.
Eso.
Vi una de las exposiciones más bellas de mi vida. En el área de Mineralogía estaban en vitrinas iluminadas todas las piedras del mundo. Era un belleza. Magenta, Flúor, Calcio, Jade, Achat, Diamante, Amatista, Cobre, y otras especies nunca vistas, llenas de brillos y colores. Quizás el mundo le debe el color a las piedras que viven tranquilas debajo de la tierra haciendo brotar su luz con el calor de las plantas, las que absorven sus brillos coloreados con sed de belleza y vida. En otra sala una muestra de los meteoritos que han llegado a la tierra y el más grande cayó en Arizona. Una bola un poco más grande que las de boliche, con un interior metalizado y duro. Sorprendente. No desearía que uno de esos cayera sobre mi cabeza.
Como ven, hemos sido de museos y de callecitas.
Despues del museo caminamos hasta el centro porque queríamos ver Praga de noche. Comimos pizza en un bolichito, tomamos cervezita y nos fuimos a una maravilla de verdad maravillosa. Praga de noche es una ilusión. Los focos bien dirigidos hacen que sea una de las escenografías del mundo y nosotros dos personas que representan el mejor papel, el de personas felices. Me senté en la plaza a admirar la majestuosidad, el aire tibio me dio la sensación de que en la vida hay cosas que quizás se hacen una sola vez y sentí un pequeño abismo. Dejé de pensar y los adoquines todavía estaban tibios por el calor del día. Me nombré a mi misma para asegurarme de ser yo quien estaba ahí.
Caminamos a otro bolichito y tomamos Pilsener Urquell, que se llama pilsener por ser la ciudad en donde primero se fabricó una cerveza más elaborada y de mejor calidad. Ahi conocimos a Brian y Peter, el gringo y el checo del que les hablé. Fue chistoso. Nos devolvimos abrazaditos con Rodri, caminando por el puente iluminado y respiré de dicha profunda. Lindo y único. Eso.
Ese es el informe porque ayer jueves fue día de descanso. La verdad no hemos parado en 17 días y el cuerpo nos pasó la cuenta. Ahora estamos llenos de fuerzas para reiniciar la caminata por el mundo. Les mando unas fotitos de bruselas como adelanto y les mando besos y cosas por el estilo.
Cuidense todos muy bien y huelan los aromos por mí.
Chaus
Carola Chum

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