domingo, agosto 07, 2005

manosmías

Durante muchos años me comí las uñas. Cesaba de vez en cuando pero algo característico en mi eran mis manos de "no-señorita". Miraba las manos de mis amigas con sus uñas normales y me preguntaba si algún día las tendría así, para poder mirármelas con gusto y no esconderlas en los bolsillos.
Ahora ya no me como las uñas. Creo que hace 2 años ininterrumpidos. Me miro las manos y son mis manos, con uñas cortas pero cuidadas. Barnizadas con brillo. Estas manos que teclean el computador, que acarician mis rulos, que buscan frenéticamente palabras en el diccionario, que se hacen cariño una a la otra de vez en cuando.
Mis manos, como cada parte de mi cuerpo, es algo que cuido pero no por vanidad sino que porque están vivas. Y eso las hace merecedoras de todo el respeto del mundo. Y las respeto encremándolas cada hora, mirándomelas al sol, sacándole fotos, tocándome las puntas de los dedos, aprendiendo a tocar guitarra, bordando sobre un pedazo de tela un gato de lentejuelas. Las ocupo. Creo que esa es la mejor vida que les puedo dar. Las uso de una y mil formas. Creo que cada pedazo de nuestro cuerpo tiene muchas formas de ser utilizado y disfrutado. En este caso las manos son algo así como un puente hacia lo otro. Todo cuanto se aleja físicamente de nosotros puede ser acercado con las manos. Mi mismo cuerpo se acerca a mi gracias a ellas. Me gusta tocarme y tocar. Me gusta sentir el calor de una taza de café y el frío del agua en el invierno. Me gusta sentir el tamaño de mis rodillas, el contorno de mis caderas. Me gusta cambiar de dial en la radio. Me gusta jabonarme y golpear puertas. Mis manos son mías no sólo porque están agregadas a mi cuerpo sino porque las he hecho mías con el correr de los años. Creo que hay que hacer de uno el cuerpo. Todo, entero. Y mis manos, que ahora no sé si son de señorita pero cada día me gustan más. Incluso cuando las pinto bien rojas. Se llegan a ruborizar. Como yo.

1 comentario:

SWAN PXAJ MONTANÉ dijo...

si de algo sirve mi testimonio, carolina, yo llevo años de años comiéndome el pellejo de los dedos de mis manos, lo cual forma parte de mi forma medio freak de ser, por decirlo de algún modo. eso no significa que no las quiera; cuando se me ponen ásperas y escamosas aplico alguna crema y ya. leyéndote right now me percato de tu magia cada vez más, y eso no debiera terminarse. cuídate y nos vemos, o nos leemos, que es casi lo mismo.