miércoles, febrero 15, 2006

Las Arenas de Nimes


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Construidas hace mas de dos mil agnos, este anfiteatro griego era el escenario de esa extragna practica romana donde gladiadores se enfrentaban con leones o cualquier animal salvaje y hambriento y terminaban todos muertos.
Y la gente ovacionaba, levantandose de sus asientos para poder mirar con mas atencion la matanza entre dos bestias.
Debo decir que la energia dentro del anfiteatro de piedra era sombria pero intensa.
Caminar por esos pasillos oscuros me hizo estar un poco mas cerca de la historia.
Y que es la historia.
En esa ultima graderia pense que la historia son las cosas. Y que la memoria son las imagenes. Y que la vida es la suma de esas dos cosas.
La historia se realiza en las cosas, en la materia.
Y esta historia es la que nos provee de las imagenes que forman parte de nuestra memoria.
Y la vida es eso, materia e imagenes.
Eso pense.
Y senti un escalofrio profundo cuando pense que esa imagen de las arenas limpias es la misma imagen vista infinitas veces.
Y que esas arenas son la historia de todos.
Ademas de la mia.
Esta foto me la tome yo desde la ultima graderia de las Arenas de Nimes.
La organizacion del anfiteatro simbolizaba la organizacion del pueblo.
Las ultimas y mas altas graderias estaban destinadas a los pobres y a los exclavos.
Debo decir que la vista desde ahi es privilegiada.
Y que de seguro mas de alguien, hace dos mil agnos, tambien lo penso.

2 comentarios:

sole poirot dijo...

veo que te sumergiste en los mares de la memoria colectiva ;). hace poco estuve en nimes y me tocó un frío infernal (si porque el infierno para mi debe ser frío muy frío), con hielonieve y todo, pero esa ciudad tiene un "algo muy especial", entre las ruinas esa cosa tan delicada francesa, todo tan impecable y perfecto. cuesta creer que esas piedras carguen con tantos años de humanidad.

besosole

Pilar Navarrete Michelini dijo...

Ah, yo me iré de visita este finde a un coliseo nacional... una media luna en Sanja, donde todos los huasos brutos vibran mientras los caballos arrean a las pobres vacas. Pero a mí no me interesa eso. Prefiero tomar chicha y descansar guatita al sol. Haré vida de pueblo pero sin leche de vaca: guácala!