lunes, enero 14, 2008

Privilegio


Los verdaderos privilegios, a mi modo de ver, son los que me acercan a la esencia de las cosas. Situaciones puras y genuinas, imposibles de encontrar en el mercado porque los verdaderos privilegios no se venden. Se encuentran.
Los verdaderos privilegios son, en ocasiones, inexplicables. No puedo explicar lo que siento al tener el privilegio de ver sonreír a mi sobrina, o mirar un cielo completamente estrellado, o cruzar mi mirada con la mirada de Leo. No puedo ni quiero explicarlo porque ser privilegiada es algo íntimo, personal y que se agradece en silencio.
Los verdaderos privilegios aparecen de repente, sorprendiendo pero, por sobre todo, vistiendo de paz y alegría los instantes.
El domingo fui privilegiada. Caminé hasta llegar a la chacra, saque choclos, cebollas y papas y cociné el más delicioso y milagroso tomaticán que he comido en mucho tiempo. La energía de la tierra llegó a mi estómago y a mi corazón, haciéndome sentir poderosamente feliz.
Un privilegio que no olvidaré jamás.

3 comentarios:

Leonidas Loyola V. dijo...

fefefeliz...aaalegría

Dani Desmond dijo...

Tomé el punto de vista que me diste de las cosas buenas y malas...

Debería agradecerte por canalizar el conocimiento universal?

Gracias...

Me pone bien saber que andas cosechando con alegría lo que natura te da.

Lo último que preparé con ganas y amor:

Todo es de cosecha propia o de alguien conocido, nada se compra, salvo los ingredientes secretos y la sal, la pimienta, etc.

La lechuga se corta con la mano en pedacitos, no con el cuchillo, luego ponemos unos trocitos de tomate perita sin piel, tomates cherry enteros y con la piel, ají morrón rojo, amarillo y verde en muy pequeños pedacitos, yema de huevo hervido, unos cubitos de mozzarella,aceitunas verdes sin carozo cortadas en rodajitas, pequeños requechos de pan tostado saborizados en aceite de oliva, un poquito de miel, los ingredientes secretamente mágicos, junto con la sal y la pimienta van a gusto.

Luego que tenemos todo bien armonizado y presentado derretimos queso cheddar con algunos ingredientes secretamente mágicos y lo esparcimos sobre la ensalada.

Ya está... nos chupamos los deditos y nos relajamos sintiendonos completamente "satisfaccionados" por la frescura y el sin fin de sabores recibidos.

Besos Carola.

Dany.

P E C E dijo...

Oh si!
Que increible plato. El arroz, punto aparte para mi gusto!

Gracias hermana por el deleite.
;P